Rubalcaba acusa a Rajoy de no tener valor de enfrentarse a nada

ALFREDO PÉREZ RUBALCABA

Plaza: Una reunión y cinco mítines. . Dos tradicionales en La Coruña y Vigo y tres exprés en Betanzos, Oroso y Rianxo. Empezó la jornada con una reunión con el líder de UGT.

Incidencias: Lleno en La Coruña y Vigo. Unos cien vecinos en el restaurante de Betanzos donde inauguró sus ‘mítines en ruta’. En estos mítines de bolsillo, el candidato socialista lanza los mismos mensajes que en los grandes, pero los acompaña, además de tortilla de Betanzos, de comentarios cómplices y frases cercanas.

Alfredo Pérez Rubalcaba: Resolutivo en los mítines grandes, cercano y modesto en los encuentros de los pueblos. En todos pidió ayuda a los votantes.

Alfredo Pérez Rubalcaba lo intenta todo. Aunque le cueste la salud. Seis actos en un día tuvo ayer: dos mítines tradicionales, una reunión de trabajo con el líder de UGT y, la apuesta más novedosa, tres mini encuentros en ruta por los pueblos gallegos. El candidato socialista sabe que por más que intente multiplicarse, no llega a todo y que, en estas circunstancias, es mucho más eficaz el mensaje que llega del padre, el hermano, el primo o el vecino, que el que él pueda transmitir a través de la televisión. Betanzos, Oroso, Rianxo. Mítines breves, pseudo-improvisados, con apenas un centenar de personas, entre La Coruña y Vigo. Mítines de tú a tú, donde lo que cuenta es la proximidad. «¡Dales caña fuerte!», le gritó una señora en el restaurante Los Arcos. «Vamos a hacer un acuerdo tú y yo; yo me encargo de la caña y tú de convencer a unos cuantos vecinos de que me voten», replicó el candidato.

Las cosas pintan muy mal para el PSOE. Rubalcaba lo resumió bien: «Vengo aquí para pediros un esfuercito, bueno... un esfuerzazo»

Antes, en La Coruña, anunció que obligará por ley a las comunidades autónomas a dedicar el 80% de sus presupuestos en sanidad, educación y servicios sociales. Y recuperó las palabras uniformidad y homogeneidad que estaban excluidas del mensaje socialista. Rubalcaba intenta evitar la fuga de votos en todas las direcciones: hacia el PP, hacia IU y a UPyD.

UGT no pide el voto. Por la mañana, en su reunión con el líder de UGT, Cándido Méndez, no logró que le explicitara su apoyo pero al menos le arrancó una comparecencia conjunta en la que mostraron su sintonía. La jornada maratoniana concluyó en Vigo, donde el candidato del PSOE dio su mitin más político. Allí, reprochó a Rajoy que «nunca se haya enfrentado a nada» y que ahora tampoco tenga «el valor» de presentar sus «verdades» y que esconda su programa «debajo de la mesa» o «camuflado detrás de frases extrañas».

«No hay derecho, no es justo, no es sensato, no es comprensible que escondan su programa electoral y sólo hay una razón para que lo hagan: que si cuentan lo que piensan se quedarían sin votos».

A su entender, un candidato a la Presidencia del Gobierno «tienen que ser algo más que un lector de lo que a uno le escriben» y «tiene que tener ideas propias, capacidad de decisión, capacidad de comprometerse con la gente» y «sensibilidad para mirar a los que más sufren» y decirles que les va a echar una mano.

En la primera fila se sentaron los candidatos por las cuatro provincias gallegas, entre ellos el ministro de Fomento, José Blanco, y el de Justicia, Francisco Caamaño, un «cuarteto de lujo», según les definió. Precisamente a Blanco, al que un empresario gallego involucra en el llamado caso Campeón, le dedicó Rubalcaba su abrazo más efusivo al comenzar el mitin y sus palabras más elogiosas desde el estrado. De él dijo que es «el mejor ministro que ha tenido nunca Galicia».

«Compañero de fatigas durante diez años y los que te quedan, Pepe», apostilló.