La estrategia de Draghi busca la gran reforma económica de España
La locura de los mercados impide leer las estrategias de fondo, pero Mario Draghi tiene un plan para intentar acabar con esta crisis indomable. El problema es que el presidente del BCE no es la autoridad suprema en Europa y necesita convencer a unos y otros. Algunos comparan estas negociaciones soterradas con una partida de ajedrez de la que solo trascienden chispazos. El jueves, sin embargo, el ex gobernador del Banco de Italia dejó entrever una jugada maestra. Mientras las Bolsas del continente se hundían, ejecutó un movimiento determinante que podría transformar toda la lucha para estabilizar el euro. De una tacada marcó el camino a seguir a España, Alemania y Bruselas.
Los verdaderos planes
Europa se acostó el jueves pensando que el BCE volvía a hacer de las suyas. Pese a su rotunda promesa de acudir en auxilio de España e Italia, el banco central evitaba actuar de inmediato para librarles del yugo de los mercados. Ayer, con los ánimos más calmados y los parqués eufóricos, los analistas empezaron a desbrozar los verdaderos planes del jefe del instituto emisor. «El audaz movimiento de Draghi en la partida de ajedrez del euro», sintetizaba en el título de su editorial el Financial Times .
En esencia, el texto reflejaba una serie de movimientos en cadena provocados por su decisión de supeditar la compra de deuda española e italiana a que ambos países pidan primero ayuda al fondo de rescate.
La estrategia de Draghi con España, pese al alto precio que pagaría el Ejecutivo, está enfocada a asegurar una profunda reforma económica.
El plan ofrece una salida tanto a Merkel como a sus satélites. Les exige compartir los gastos de ayudar a España. El BCE, en cambio, se ocuparía del trabajo más duro al tener que controlar la evolución del mercado secundario. El último eslabón es el Bundesbank.
Draghi ni siquiera ha cumplido un año al frente del BCE y su figura empieza a agigantarse. Se le considera un gurú a la hora de buscar soluciones para la crisis.