«Si pudiera pagar las deudas no pediría ayuda»

Teresa Gorgojo va en el autobús con la máquina portátil de oxígeno y un sobre lleno de papeles. Son los justificantes de sus deudas con el Ayuntamiento de San Andrés, más de 2.000 euros en IBI, agua y otras tasas. En el sobre carga con los informes médicos que constatan que el 5 de junio tiene consulta como candidata a trasplante de pulmón bipolar en el hospital de Valdecilla (Santander) y lleva también un montón de justificantes para solicitar la ayuda de alimentos en Cruz Roja. «Esto es un sinvivir», declara.

En el bolsillo va con lo justo para el autobús y en el móvil sólo puede recibir llamadas. «Mi hermano me paga el teléfono, 20 euros, y tengo que llamar a un 902 cada 15 días para pedir el oxígeno. Me cuesta mucho dinero».

El mes pasado Cáritas le pagó el recibo de la luz, de 203 euros por dos mensualidades. No sabe cómo se arreglará para afrontar el próximo pago. «Estoy conectada las 24 horas a la máquina de oxígeno y gasto mucho en luz», explica.

Hace cinco años que vive de prestaciones sociales y cada año son más exiguas: «Llevo cinco años fatales: primero cobraba 530 euros por el IMI, después 428 euros por la ayuda del paro y ahora me han reconocido una minusvalía del 85% y tengo una pensión no contributiva de 384 euros. Mi hijo tiene 20 años y está estudiando. Ni siquiera le salen los pequeños trabajos que antes tenía como DJ en algunos bares», explica.

Con lo que recibe de ayuda el pago prioritario son los 242 euros de hipoteca y otros 35 de penalización por los atrasos. «Si pudiera vender el piso lo vendería, pero ahora es imposible», alega. Ha sido denunciada por la comunidad de propietarios por impago de la cuota y tampoco sabe cómo va a hacer frente a los pagos acordados por la mayoría del vecindario para instalar el ascensor. En los servicios sociales de San Andrés le han dicho que no pueden tramitarle la ayuda mientras tenga deudas con el ayuntamiento. Debe 1.665 euros de IBI, con 252 euros de recargo, 151,01 de intereses y 5,62 de costas.

«Sé que hay mucha gente pasándolo mal y no se puede una quejar, en Cruz Roja me dan comida cada seis meses pero no pueden hacer esto», lamenta. «Yo no sé lo que duraré pero en las condiciones en que estoy es agotador andar de un sitio para otro pidiendo ayuda. Pero no puedo vivir sin ayudas. A mi familia la tengo exprimida, somos nueve hermanos y todos tenemos problemas», agrega.

Teresa Gorgojo quiere entrevistarse personalmente con el alcalde de San Andrés del Rabanedo para que conozca su caso. La concejala de Bienestar Social ya está al tanto de su reivindicación: «María Teresa Gorgojo no ha presentado toda la documentación para poder tramitar esta ayuda y posteriormente poder emitir resolución», asegura Aurora Baza.