«La corresponsabilidad no depende de esos pocos días de libranza»

Un año después de ser padre, José Carlos Moro recuerda el nacimiento de su hija como «vivir una nube» a caballo entre el deseo de disfrutar cada momento y las demandas sociales y de papeleo. Es autónomo y se dedica a la docencia terapéutica en la Academia Fuero 11. Desde el primer momento tuvo claro que iba a disfrutarlo. Tenía el antecedente de su compañero y socio Javier. «Cuando acababa el permiso es cuando la niña lloraba más porque empezaba a tener gases», apunta. «Hoy día lo organizaría de otra manera», asegura. «Una vez que terminó no era volver a la rutina: era todo nuevo. La madre trabajaba más dando el pecho», asegura. Su hija, Daniela, nació el día de San Juan y en domingo «lo que, como autónomo, me facilitó las cosas», añade. Su vida cambió. Incluidas las rutinas de trabajo. «He organizado mi jornada laboral al horario de la mujer y a la ayuda que nos prestan los abuelos» «y me ha venido muy bien, si no me hubiera dejado llevar por la inercia», asegura. En este asunto también fue clave la actitud de Loreto: «Decidió ir al gimnasio y así tengo que estar en casa». «La corresponsabilidad —añade— no depende de esos pocos días de libranza. Es una actitud que viene de una forma de vida. Vi a mi padre muchos días hacer la cena. Lo viví en mi casa».