Diario de León

TRAGEDIA MINERA. Los hechos

Inmenso dolor en Léon

Las víctimas, de entre 35 y 45 años, fallecieron por asfixia en el Pozo Tabliza poco después de mediodía.

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m. j. muñiz / a. domingo / B. Planillo | llombera
León

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Seis mineros resultaron muertos y otros cinco heridos (uno de ellos se encontraba anoche en estado crítico, aunque estabilizado tras llegar en un helicóptero del 112 al Hospital de León en parada cardiorespiratoria) tras producirse ayer un escape repentino de grisú en la planta siete del Grupo Tabliza en el Pozo Emilio del Valle, la explotación que la Hullera Vasco Leonesa tiene en la localidad de Llombera. Los fallecidos, de entre 35 y 45 años, formaban parte de la plantilla propia de la histórica empresa minera; al igual de los cinco heridos.

Los mineros fallecidos son Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez. Cinco de ellos eran leoneses, y uno asturiano (Arias), de Pola de Lena. Otra de las víctimas era de Bembibre; y los otros cuatro procedían de la comarca, concretamente de Paradilla, Ciñera, Fontanos y Robles de Valcueva

El accidente se produjo poco antes de las 14.00 horas, cuando un derrabe en el taller provocó un escape súbito del gas, que alcanzó de lleno a los once trabajadores que se encontraban en el taller. En el interior de la mina se encontraban entonces alrededor de 150 trabajadores, que pudieron abandonar las instalaciones sin sufrir daños.

El resto de los heridos fueron trasladados poco después del accidente al complejo hospitalario leonés; mientras dos furgones con los cuerpos de los mineros fallecidos abandonaron las instalaciones de la empresa alrededor de las 18.15 horas.

La juez del Juzgado de Guardia de León, junto con el secretario judicial y dos forenses, se dirigieron a primera hora de la tarde al lugar del accidente, para proceder al levantamiento de los cadáveres. Estos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de León, donde anoche se practicaban las autopsias. La investigación sobre las causas del accidente la lleva el Juzgado de Instrucción Número 1 de León.

Sin deflagración

Fuentes sindicales adelantaron ayer que las muertes pudieron producirse por asfixia, ya que no había señales de deflagración o quemaduras en las víctimas. Al lugar del accidente fueron acudiendo a lo largo de la tarde los familiares de los mineros fallecidos, que fueron recibidos por decenas de compañeros y vecinos en medio de un tenso silencio.

Hasta la capital leonesa se trasladaron también el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que mostraron las condolencias de los gobiernos central y autonómico a las familias y visitaron a los heridos en el hospital.

La Hullera Vasco Leonesa explicó ayer en un comunicado que el accidente se había producido por un «escape repentino de grisú», y que todos los trabajadores pertenecían a su plantilla. «Las instalaciones están paralizadas y el resto de los trabajadores se encuentran fuera de la mina», señala el escrito, que indica también que se lleva a cabo la investigación para concer las causas del siniestro. «En estos momentos de profundo dolor queremos transmitir nuestros sentimientos de condolencia a todos los familiares», concluye la comunicación de la compañía.

El ministro de Industria señaló anoche en la Subdelegación del Gobierno en la capital leonesa que hasta que no pasen al menos 48 horas los servicios de inspección minera no podrán entrar en el pozo siniestrado para conocer exactamente qué es lo que ha ocurrido, y eludió hacer «especulaciones» sobre las causas del accidente.

Psicólogos

Desde primera hora de la tarde de ayer un equipo de psicólogos y médicos atendía en las instalaciones del Pozo Emilio de la Hullera Vasco Leonesa a los familiares y compañeros de los mineros fallecidos. Hasta el lugar acudieron también, presos del nerviosismo, otros familiares de mineros que tras conocer que se había producido un grave accidente no podían contactar con los trabajadores.

Las escenas de dolor se sucedieron durante toda la tarde en los alrededores de la mina, hasta que cayó la noche y, tras abandonar los furgones con los cuerpos de los fallecidos el lugar, los trabajadores y vecinos fueron abandonando las inmediaciones del pozo.

Las cuencas mineras pararán hoy en señal de duelo por uno de los accidentes más graves de la minería en los últimos años, que golpea al sector en uno de los momentos más duros para los trabajadores y las empresas.

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