El PSOE anuncia para noviembre sus elecciones abiertas a la ciudadanía
Rubalcaba fija un pacto para que nadie se postule a las primarias antes de las europeas.
Óscar López, Griñán, Rubalcaba, Valenciano y Patxi López, ayer, al inicio del Comité Federal del partido.
El PSOE elegirá a su candidato a las próximas elecciones generales, en primarias abiertas, a finales de noviembre. Y la campaña empezará en octubre. Por fin ha quedado establecido negro sobre blanco en un calendario aprobado ayer por el Comité Federal, el máximo órgano de decisión entre congresos. La incógnita, y sobre todo la urgencia de quienes temían que la falta de un liderazgo vibrante mermara sus posibilidades de victoria en unas elecciones autonómicas que serán reñidas, se había convertido en un elemento de interferencia para el propio proyecto político del partido. Ahora el riesgo es que el baile de nombres contamine lo demás
Pero todo apunta a un pacto de silencio hasta las elecciones europeas. Alfredo Pérez Rubalcaba ni siquiera tuvo que pedirlo. Fueron dos de las personas con mayor autoridad interna en el PSOE, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el veterano presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, quienes dejaron claro que, dar ahora un paso al frente en la carrera por convertirse en el número uno, es lanzar un mensaje autolesivo que además puede perjudicar al conjunto de la formación.
Díaz insistió en una idea que ya lanzó en el congreso extraordinario del PSOE de Andalucía: que todo el partido debe centrarse en hacer que las elecciones a la Eurocámara sean el comienzo a una «ola de cambio» en toda España.
En las palabras de Javier Fernándezse deslizó incluso una pulla con destinataria clara, aunque no mencionara nombre alguno. «Tenemos que defender un proyecto —insistió—. España afronta una decisión difícil que no se resuelve con glamour ni con una sonrisa; esto no es un casting». La más que probable aludida, Carme Chacón, no dijo nada que haga pensar en que tenga intención de romper la campaña europea. Pero ya casi nadie duda de que, llegado el momento, volverá a dar un paso al frente. Y, por si las había, no eludió deslizar alguna crítica hacia el reglamento de primarias diseñado por la ejecutiva socialista. Así, criticó que el PSOE fijae la cita «en dos horas» y sin discusión.
Entre los casi 200 miembros que pertenecen al Comité Federal —el de más poder entre congresos— hubo dos abstenciones. En el cierre de la cita, que se prolongó durante casi siete horas, el líder de los socialistas defendió que cree en las primarias y, por ello, aseguró que quiere que sea un «proceso modélico».