A prisión por el homicidio de Isabel Carrasco, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas

Raquel Gago, la agente de la Policía Local que permanecía imputada policialmente por su presunta implicación en la muerte de Isabel Carrasco, ofreció en la tarde de ayer una declaración cargada de contradicciones y salpicada de incongruencias que llevaron a la Magistrada Jueza a adoptar la determinación de imputarle los mismos delitos que a Montserrat González y Triana Martínez, que ya se encuentran en el Centro Penitenciario Provincial de Mansilla de las Mulas.

La agente durmió anoche en la cárcel como sospechosa de un presunto delito de homicidio, otro de atentado contra la autoridad y un tercero de tenencia ilícita de armas. Se decretó para ella prisión comunicada sin fianza y de carácter preventivo, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. El asunto permanece bajo secreto del sumario, por lo que además de que no se facilita información oficial, tampoco puede personarse aún la acusación particular. Encarna los intereses de la hija de Isabel Carrasco, personada en el asunto a la espera de que se le permita procesalmente incorporarse al sumario.

Tras tres horas de interrogatorio, al que llegó en un coche oficial de la Policía Local acompañada por algunos de sus compañeros de profesión, que viajaban en el mismo vehículo, de su versión de lo ocurrido resultó que después de encontrarse de forma más o menos casual, Triana se despidió de forma apresurada de Raquel Gago, que no se dio cuenta que su coche había quedado abierto.

No se dio cuenta de que el arma del crimen estaba en su coche hasta que el martes por la noche fue a meter una bicicleta en el maletero y comprobó que no le cabía porque un bulto inesperado le interceptaba el paso. «Me encanta la restauración y siempre tengo el coche lleno de cosas».

Así que al percatarse de la situación, decidió consultar con un agente de la Policía Nacional cuñado suyo y le preguntó cuál era la mejor solución. Eran ya las 22.20 horas de un martes 13 que para ella resultó fatídico.

La pregunta clave

La pregunta clave de todos estos días cuando se menciona el papel de Raquel Gago en este asunto tiene ya respuesta. Otra cosa es su credibilidad. ¿Por qué no puso en conocimiento de sus superiores el encuentro con Triana sabiendo lo que había ocurrido el día anterior?. «Me bloqueo. Es que con en este tipo de situaciones me bloqueo». Sabía que la Policía Nacional había detenido a su amiga, sabía que su testimonio podía colaborar para hacer luz en la investigación que por aquel entonces estaba en fase incipiente... y hay quien sospecha que ya sabía que los investigadores empezaban a apuntar a su nombre y que por eso decidió acudir a Comisaría voluntariamente antes de que tuviese que hacerlo por obligación.

La explicación sugerida no fue diferente a la que ya se había aportado a los agentes entrada la madrugada del miércoles a la hora de explicar por qué venía a entregar el arma. Pero entonces, se decidió dejarla en libertad imputada policialmente. No creyeron los investigadores su versión de los hechos, pero sus movimientos en libertad podían ser más valiosos que su silencio en cautividad. Y pese a que su radio de acción quedaba ya muy limitado, sabedora de lo que había ocurrido, se decidió no arrestarla.

Ni la investigación creyó a ciencia cierta esta versión ni Sonia González, la Magistrada Jueza dio por bueno su relato. Sobre todo porque tenían ya en su poder los ticket de estacionamiento limitado (ORA) del vehículo de Raquel y de Triana, que demostraban que ambos coches habían aparcado prácticamente a la misma hora y casi en el mismo lugar, en las inmediaciones de Gran Vía de San Marcos

Así que cobró cuerpo la hipótesis de que la agente de Policía y la hija de la supuesta autora del crimen se habían puesto de acuerdo para entregarle el revólver después de cometer el homicidio, una vez que la madre había realizado los disparos. Considera la jueza que el papel de Raquel va más allá del simple encubrimiento, pero la instrucción tiene que avanzar más para que se determine si puede llegar al tipo penal de cooperadora necesaria.

Apartada de servicio

Raquel fue apartada del servicio el miércoles y suspendida de empleo y sueldo el pasado jueves por el Ayuntamiento de León. Inicialmente, el miércoles había acudido a su puesto de trabajo con normalidad, después del episodio de la noche anterior, pero a la media hora de iniciar el servicio, se decidió reclamarla de nuevo al cuartel y preguntarle por lo ocurrido, tras lo cual fue enviada a su casa con el fin de que se tomara un paréntesis hasta que las cosas se aclarasen.

Ahora estará en prisión preventiva, comunicada y sin fianza hasta que la Magistrada Jueza determine otro tipo de actuaciones.