Los partidos recuerdan a Iglesias que el liderazgo de la oposición se gana con votos

Pocas cosas ponen de acuerdo al Gobierno, al PSOE y al resto de la oposición, pero la actitud de Pablo Iglesias, autoproclamándose líder de la oposición para debatir de tú a tú con el presidente del Gobierno ha sido una de ellas. El Ejecutivo y la totalidad del arco parlamentario censuraron al líder de Podemos, al que recordaron que ser alternativa al Gobierno se gana con los votos y no en los platós de televisión o en actos de su partido, donde es jaleado por cientos de sus simpatizantes, como ocurrió este miércoles en el debate alternativo al Debate del estado de la Nación.

«Cada uno tiene que estar donde le colocan los ciudadanos», puntualizó Soraya Sáenz de Santamaría, y el lugar de Iglesias, al menos por ahora, es el Parlamento Europeo, donde ganó un escaño en las pasadas elecciones de mayo. En esa cámara, por cierto, subrayó la vicepresidenta, «ayer hubo un debate y creo que es donde debería estar. Creo que no fue» porque estaba en el acto de partido en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

La condición de líder de la oposición se consigue «en las urnas», abundó la socialista Trinidad Jiménez. La portavoz del PSOE de Asuntos Exteriores recomendó a Iglesias que sea «un poquito más humilde», al tiempo que consideró inconveniente los debates «artificiosos y paralelos» como el remedo del debate de estado de la nación que celebró Podemos.

También el diputado de IU Gaspar Llamazares, del que Iglesias fue asesor, se mostró mosqueado. Su ex colaborador, dijo, hizo una exhibición de «prepotencia y falta de modestia» al coronarse como líder de la oposición porque, además, Podemos no tiene «el monopolio de la calle» que se atribuye.

Hasta Albert Rivera, líder de Ciudadanos, consideró que su homólogo en Podemos se equivocó porque en las encuestas, en las que ambas fuerzas políticas gozan ahora de buenas expectativas, «subes y bajas». Rivera, como el resto, aconsejó a Iglesias que sea «humilde».