Diario de León

TINO RODRÍGUEZ. SECRETARIO PROVINCIAL DEL pSOE Y CANDIDATO A LAS CORTES DE CASTILLA Y LEÓN

«Nunca verás a Silván esquilando una oveja, como yo»

Municipalismo, ‘pymes’ y agricultura y ganadería, entre las ‘obsesiones’ del cabeza de lista a las Cortes del PSOE leonés.

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E. GANCEDO | LEÓN
León

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«¿Qué hizo Felipe González en Andalucía, o Rodríguez Ibarra en Extremadura? Corregir sus grandes desequilibrios territoriales. Pues eso es lo que tenemos que conseguir en Castilla y León, donde esos desequilibrios persisten y se agrandan cada día». Es el convencimiento con el que encara su jornada el candidato socialista

 «Hay dos elecciones que siempre se pierden: las que se dan por ganadas y las que se dan por perdidas». A pesar de su juventud, Celestino Rodríguez Rubio, ‘Tino’ (San Emiliano, 1982) habla, se mueve y actúa como un político consumado. Cuando toma un café, cuando charla con un vecino o conocido, cuando pide un papel en la sede del partido o cuando —por ejemplo— intenta trasquilar una oveja, vemos funcionar a un político de los de libro. No parece, sin embargo, pose o disfraz. «A mí es que me gusta esto», dice como excusándose, y todo pinta que sí, que le agrada el mucho trato con la gente, y los viajes, las indagaciones, el diseño de estrategias y maniobras —algunas maquinadas en cierta bodega del sur de León—, y el debate y el coloquio, más aún con el no converso que con el adepto, pues ante aquel despliega de inmediato, entusiasmado ante el reto, todo un arsenal de razones y argumentos siempre abrillantados de sonrisa y azulear de ojos.

Un día con el secretario general del PSOE leonés y cabeza de lista a las Cortes autonómicas es un día bien planeado a pesar de su aparente naturalidad, y bajo esa contextura espontánea y paisana hay mucho diseño, poca cosa dejada al azar. El día comienza en la barra de El Ferroviario, cafetería en la que próceres del socialismo leonés despabilaron el sueño durante décadas, y allí, entre sorbo y mordisco, empieza a deshilachar Tino algunos puntos de su candidatura y de un programa en el que dice llevar trabajando desde el primer día de septiembre. «En cuanto a la lista, te diré que hemos hecho algo que nunca había ocurrido: toda la provincia está representada. Cada votante encontrará en ella alguien a quien conoce». Una de las Mujeres del Carbón, un agricultor (y alcalde), un joven historiador, una médico (y alcaldesa), una abogada… «en estas catorce personas están todas las comarcas, mientras que antes era sólo León, Ponferrada y San Andrés, ¡como si no hubiera más provincia!», enumera y señala antes de encarar la segunda variación, la de la lista «en cremallera». «O sea, hombre-mujer, hombre-mujer, así todos». Llama a sus compañeros de papeleta «personas preparadas y con ganas de trabajar», conjugando juventud y veteranía, y recalca su obsesión por crear equipos de trabajo según zonas, al frente de las cuales un responsable es su contacto y herramienta. Esto es, «conseguir una estructura que funcione».



Municipalismo, minería, agricultura y ganadería, jóvenes y ‘pymes’ son las ruedas de su carreta. Y en la sede del partido, mientras organiza cajas con sobres, pósters y merchandising, explica: «Nuestra apuesta es la de mejorar el plan de emprendedores provincial, doblando el actual hasta alcanzar los 700.000 euros y abriendo la puerta a financiar, además de las cuotas de autónomos, los costes de instalación, mobiliario, etc. Pero además, en paralelo, crearemos un plan para el Bierzo, complementario, que permita financiar proyectos de I+D+I, por ejemplo con vistas a investigación vitivinícola o contra el fuego bacteriano y otras plagas». «Y a eso añadiremos un fondo específico de Diputación en apoyo a los mayores, de otros 700.000 euros, para gente con pensiones mínimas que se ha quedado con personas a su cargo».

También habla de la necesidad de apoyar la industria del lúpulo, «ampliando sus variedades» mientras tiene lugar el viaje que lo lleva a visitar una explotación ovina («nunca verás a Silván esquilando una oveja», dice al colocarse el mono) y una cooperativa de vinos bajo la mirada (huidiza ante la cámara) del alcalde Julio César Fernández. Una comida con compañeros en su domicilio, el regreso al trabajo en la sede, una entrevista grabada en televisión y un encuentro en Villabalter completan la jornada.

«Oye, y lo de presentarte de pedáneo en San Emiliano además de a las Cortes, ¿no se parece un poco a lo que ha hecho Silván?», le preguntan. «No se puede comparar un pequeño pueblo con una capital... y muy pocos saben lo jodido que es ser un pedáneo, ahí es donde se ventila la verdadera política», esgrime, y de nuevo se entusiasma.

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