Ciudadanos sólo descarta de su política de pactos a los nacionalistas

A medida que transcurre la campaña y las encuestas le sonríen, Ciudadanos se viene arriba cada vez más. Si en el arranque de la carrera electoral Albert Rivera se puso como objetivo para las elecciones del 24M situar a la formación naranja como una fuerza decisiva en los gobiernos y en los Parlamentos de toda España, en el ecuador de la campaña Rivera elevó ayer la apuesta y se marcó como reto ser la principal pieza del tablero electoral español, tras PP y PSOE, y por delante de Podemos. Esta medalla de bronce colocaría a las candidaturas de Ciudadanos, en torno al millar en toda España, en posición de ser decisivas en la gobernación de algunos de los principales ayuntamientos y ejecutivos autonómicos, como Madrid o Valencia.

«Ciudadanos representa el cambio político en España, la transición ciudadana que obligará a los partidos tradicionales a dialogar», afirmó ayer Rivera en Barcelona, en el mitin central de la formación.

De entrada, a los únicos partidos que excluyó para llegar a acuerdos fue a CiU y a Esquerra. «Ciudadanos no pactará con aquellos que quieren romper el país y separar a Cataluña del resto de España y de Europa», dijo. Con el resto, incluso los que les «insultan», confirmó que están dispuestos a sentarse a hablar. Eso sí, no para intercambiar favores por cargos sino para tratar sobre puntos concretos del programa.