El humo y la niebla, posibles causas del accidente de helicóptero en Asturias
El presidente asturiano, Javier Fernández, visitó Cangas para interesarse por el accidente.
La presencia de niebla y el humo que producía el incendio que intentaba sofocar desde su helicóptero son las causas más probables del accidente que ayer costó la vida en el municipio asturiano de Parres al piloto José Antonio Rodríguez, natural de Madrid, pero residente en Menorca.
Rodríguez, de 49 años, trabajaba para la UTE formada por las empresas Coyotair y Taff, que tienen subcontratado el servicio de helicópteros del Servicio de Emergencias del Principado (Sepa), que señaló que se trataba de un piloto experimentado que ya había trabajado en diversas ocasiones en Asturias.
Según señaló en Cangas de Onís el presidente del Principado, Javier Fernández, que se desplazó a la zona junto al consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, aunque todavía se desconocen las causas del siniestro «todo hace indicar que la niebla y el humo le llevaron a impactar contra la ladera».
El lugar del accidente, conocido como La Cuesta de Parres y ubicado en las inmediaciones de las localidad de La Roza, es una zona escarpada y de difícil acceso en la que aún trabajan los equipos de rescate para recuperar el cadáver y los restos del helicóptero.
Condolencias
Fernández expresó su solidaridad y dolor en nombre de todos los asturianos y trasladó su pésame a la familia del fallecido, al que mostró además su agradecimiento por el servicio público que realizaba para intentar sofocar uno de los numerosos incendios que han afectado a Asturias en los últimos días.
Además, lamentó la «plaga» de incendios que ha sufrido Asturias, el origen de algunos de los cuales está siendo investigado por la Fiscalía y la Guardia Civil, y de los que, a primera hora de la tarde de ayer, catorce seguían activos después de que en la madrugada del domingo llegaran a registrarse 147 focos de forma simultánea.
El accidente tuvo lugar minutos después de las 13:00 horas cuando el helicóptero cayó y comenzó a arder, según el aviso del accidente que recibió el centro de coordinación de llamadas del 112 Asturias.
La aeronave pilotada por el fallecido era una las dos que ayerse encontraban trabajando en la comarca oriental de Asturias para, con agua que recogían del río Sella, intentar sofocar los dos incendios que aún permanecen activos en la zona.
A última hora de la tarde de ayer los incendios forestales en Asturias se habían reducido a ocho, de los que siete están ya controlados.