El PP también se siente abocado a una renovación profunda con o sin Rajoy
Aznar puso voz a los críticos con el presidente al pedir un congreso «abierto».
El presidente del PP y del Gobierno, Mariano Rajoy.
La noche de las elecciones, desde el balcón de la sede nacional del PP, Mariano Rajoy dejó en suspenso cualquier renovación interna en su partido. «Voy a intentar formar Gobierno», proclamó ante los escasos centenares de simpatizantes que se reunían en la calle Génova. Los populares escucharon y decidieron mantenerse «expectantes». Entendieron que el cambio de líder y la redefinición del proyecto político que reclaman muchos dirigentes de la formación tendrá que esperar a que concluya el proceso de constitución de un nuevo Ejecutivo. Pero, no sólo en el PSOE los resultados de las generales tendrán consecuencias. «Con o sin Rajoy», en el partido se sienten abocados a una actualización en profundidad.
«El PP está desfasado», aseguran fuentes populares. El sexto aviso de las urnas, en el lenguaje de José María Aznar, sólo ha confirmado a la dirección lo que se advertía desde los territorios tras la pérdida de poder en las elecciones autonómicas y municipales de mayo. El PP pierde fuelle y podría acabar desfondado. Uno de cada tres votantes que en 2011 ofrecieron una oportunidad a Rajoy ha decidido esta vez darle la espalda.
«Hemos perdido el sostén de los sectores jóvenes de la sociedad y así no podemos pretender ser un partido de Gobierno», analizan algunas voces internas. Son las mismas que, mientras la cúpula del PP confiaba antes de verano en sostener entre 140 o 150 escaños, anticiparon que los populares a duras penas lograrían ocupar los 120 asientos en el Congreso. En su análisis interpretan que la formación necesita un discurso modernizado, comportamientos y actitudes renovadas, y que todo ello sólo será posible con caras nuevas que lideren la transformación.
El marco para poner en marcha un cambio integral es el del congreso que el PP tendría que haber celebrado el año pasado y que aún está pendiente de convocatoria. El complejo escenario postelectoral que se ha abierto tras los comicios amenaza, sin embargo, con distorsionar los «deberes internos» que como partido parecen tener los populares. Más aún si todo acaba desembocando en un nuevo proceso electoral.
La formación ha dado su aval a Rajoy para realizar todos los esfuerzos precisos para mantenerse en La Moncloa y en el partido temen que, si el presidente logra su objetivo, cualquier cambio en el PP durante esta legislatura sea «mero maquillaje». Ante esta perspectiva, algunas voces como la de Aznar han comenzado a reclamar un «congreso abierto» para que los militantes puedan elegir directamente con su voto el proyecto que quieren y la dirección del partido. Este planteamiento fue expuesto por el ex presidente en el Comité Ejecutivo que el PP celebró el pasado lunes.