Diario de León

ARRANCA EL JUICIO POR EL CRIMEN DE ISABEL CARRASCO

Montserrat confiesa el asesinato y exculpa a su hija Triana y a Raquel Gago: "Todo fue muy rápido. Disparé y no sé dónde le di"

La asesina confesa reconoce el crimen e introduce en defensa de su hija las supuestas proposiciones sexuales y la persecución y dice al jurado: "Al mes de entrar Triana en la Diputación llegó la Carrasco y ya le avisaron de que era muy mala"

Montserrat González durante su declaración

Montserrat González durante su declaración

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MIGUEL ÁNGEL ZAMORA / ÁLVARO CABALLERO | DESDE LA AUDIENCIA PROVINCIAL
León

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Monserrat González ha confesado el asesinato de Isabel Carrasco ante el jurado. "Decidí que la iba a matar", ha asegurado. Lo ha hecho esta tarde, durante su declaración. Ha sido a respuestas de su abogado porque Monserrat se ha negado a ser interrogada por el fiscal y tampoco ha querido responder a las preguntas de los abogados que defienden los intereses de la hija de Carrasco, Loreto Rodríguez Carrasco, de su pareja sentimental, Jesús López Brea, y del letrado del PP.

Ha relatado al jurado que al saber que Mariano Rajoy, el ahora presidente en funciones del Gobierno,  no quiso que pusieran de nuevo como presidente de la Diputación a Javier García Prieto y que iba a seguir Isabel Carrasco en el puesto, decidió matarla. 

"Decidí que iba a matarla", ha dicho textualmente. Luego, ha exculpado a su hija, Triana Martínez, y al final de la declaración, casi cuando el juicio se ha suspendido para reanudarse mañana por la mañana, lo ha hecho también con Raquel Gago, la tercera acusada de la muerte de Isabel Carrasco.

"Raquel Gago no tuvo nada que ver en el tema", declaró.

En su relato sobre cómo decidió el asesinato, Montserrat dijo: "Preferí ella que no mi hija". "Ella iba a seguir haciéndole la vida imposible". Y ha añadió, exculpando a Triana: "Mi hija me dijo que no se me ocurriera".

Sentada en una silla frente al jurado, Montserrat González comenzó su declaración entrecortada, señalando: "Me pongo muy nerviosa". Contestó sólo a su abogado. El presidente-magistrado le dio permiso para estar sentada. Lo primero que indicó es que Javier García Prieto, ahora concejal en el equipo del alcalde Antonio Silván y ex presidente de la Diputación, apadrinó la entrada de su hija Triana en el PP. Añadió que a Triana le prometieron la plaza de ingeniera de Telecomunicaciones en la Diputación. Relató que entonces entró Isabel Carrasco como presidenta y que le advirtieron que iba a tener problemas pero que "se llevaban bien".

"Al mes de entrar Triana en la Diputación llegó la Carrasco y ya le avisaron de que era muy mala", dijo textualmente.

También aseguró que tuvo un problema con Hacienda y que ella se lo solucionó. A continuación, introdujo en su relato la cuestión de las proposiciones sexuales. Contó que en 2010, Carrasco llamó a Triana para que le solucionara una dificultad que tenía con el teléfono móvil y fue cuando Isabel Carrasco le propuso tener relaciones sexuales con ella. Montserrat asegura que su hija salió corriendo y que ella lo sabe porque Triana se lo contó. Y, según ella, ahí empezó todo.

Luego habló de su impresión sobre la mecánica de las oposiciones en la Diputación y dijo que Triana dio los nombres de quién quería que formaran el tribunal de su examen y que a Isabel Carrasco no le gustaron. 

"Mi hija perdió 25 kilos y estaba muy mal". "Fue una persecución increíble". "Empezó con lo de Hacienda", describió. También relató un episodio del comportamiento de Isabel Carrasco al saber que había perdido el juicio contra Triana: "Se escuchaban los chillidos en todo el palacio". Es cuando Monserrat se echó a llorar, explicando que tuvo mucho temor por su hija porque había tenido una amiga que se tiró al tren por una depresión y que los hijos de dos policías también se habían suicidado. "No quería que a mi hija le pasara lo mismo".

"A quien Carrasco veía con Triana lo machacaba", añadió. Y volvió a ponerse a llorar.

A Monserrat González le indignó que le acusaran de traficar con droga. ""No he vendido marihuana en mi vida", respondió enérgica y visiblemente molesta. "¡Era lo que me faltaba!", exclamó con una botella de agua entre la manos.

Vestida de negro, con un pequeño adorno de oro colgando de una cadena al cuello, es la menos desmejorada físicamente de las tres acusadas. Triana compareció en el juicio muy pálida y Raquel Gago visiblemente demacrada.

Antes de exculpar a Gago, recordó cómo asesinó a Isabel Carrasco. "Fue todo muy rápido. Disparé y no sé dónde le di".

“Fue una casualidad”. Así se refirió Montserrat a su encuentro con la presidenta del PP la tarde en la que la mató. Habían previsto ir a Carrizo de la Ribera a recoger un vestido que había dejado tendido el fin de semana en la casa del pueblo. En esa localidad es donde se localizaron unas plantas de marihuana. “No es una plantación, eran cuatro plantas. Sólo yo tomaba la marihuana y una amiga me había dicho que era buena para el dolor de espalda”, afirmó en respuesta a su abogado.

La acusada manifestó que “ni yo sabía que iba a pasar ese día”. “Cuando la veo que va a cruzar el paso de peatones para ir por la pasarela, iba sola y yo llevaba el arma y llamé a Triana para decirle que se fuera para el coche, porque iba a matarla. Ella (Triana) me vio nerviosa y le dije “veo a la Carrasco y se va a cagar”. Su hija le dijo que no hiciera nada, que la esperase a ella pero Montserrat colgó el teléfono.

“Cuando llegué y me iba acercando, venía gente, fui más despacio y luego... yo le di en la espalda y después le di más pero tampoco sé dónde le di”, describió con titubeos constantes y frases inconclusas. Después de cometer el asesinato asegura que abandonó el lugar y se deshizo del bolso donde llevaba el arma “porque no lo necesitaba para nada y no tenía más el revólver, una navaja y 50 euros”.

Se dirigió a las proximidades de la sede sindical donde estaba estacionado el coche de Triana, de la que ella tenía llaves y la joven llegó posteriormente. Una vez que la Policía las localizó a ambas, tras el aviso del policía jubilado que se cruzó con ella en la pasarela, ambas fueron detenidas. “Los policías me leyeron los mensajes de lo que estaba saliendo, de cómo era (Isabel), porque la verdad es que no tiene nombre”, dijo.

El juicio continúa mañana por la mañana con la declaración de su hija Triana. Por la tarde lo hará Raquel Gago.

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