Titulares sin papel

DL | LEÓN

A las ocho de la mañana, con la Redacción del Diario de León casi vacía, un pequeño equipo técnico-periodístico hace el milagro. Cada día. A esa hora, cuando la ciudad se despereza y empieza a funcionar, los estudiantes van camino del instituto, las tiendas están aún cerradas y los más pequeños todavía están desayunando, el Digital del Diario de León comienza a narrar la actualidad. Apenas se ha tomado cuatro horas de impás, desde las cuatro de la madrugada hasta el comienzo del nuevo día informativo. Arranca ahí una larga jornada sin horarios y mucha vocación, sin relax y con mucho esfuerzo. Periodismo en estado puro, pura adrenalina informativa.

A las ocho en punto de la mañana, los wasap de Luis Gutiérrez Tuya y Susana Vergara Pedreira, redactora jefe de la Edición Digital y Redes Sociales, hace un buen rato que están activos. Luis en la redacción ya, Susana aparcando (mal) el coche a la puerta. Hay prisa. Y mucho que hacer. Lo primero, quizá, indicar a los conductores dónde estarán colocados ese día los radares. Después, el tiempo, el tráfico, las columnas de opinión, las opiniones de los lectores y la vorágine de la actualidad, que va cambiando sin cesar los titulares. Al minuto. Todo rápido, todo cerca, todo próximo.

Un equipo de pioneros ha tomado el relevo de aquellos primeros periodistas del Diario, con manguitos, sombrero y acreditación de cartulina y ha convertido el digital en referencia informativa dentro y fuera de la provincia. Un periódico de lectura obligada que informa en primicia. Un grupo de periodistas y técnicos que cuentan la actualidad sin necesidad de papel, que han asumido su papel en el mundo de las tecnologías, que conocen la esencia de los nuevos lectores y sus inquietudes, que comparten la jornada laboral con ellos a través de las redes sociales e intercambian información, fotografías y pulsan la actualidad convertida en realidad. Nuevos tiempos recorren la redacción del Diario de León.

Cuesta trabajo pensar en aquella primera redacción de pioneros del Diario de León que sacaron aquel 3 de febrero de 1906 el primer periódico. Era por San Blas. No consta que hubiera cigüeñas pero sí que un intenso frío recorría de norte a sur la ciudad. La víspera, los fundadores peregrinaron a La Virgen del Camino para pedir la protección de la patrona de León. Y debió de hacerles caso, pues 110 años después aquí estamos, pero no obró el milagro de que se conservara el primer número. En la imprenta del señor Tejedor el agua no se convirtió en tinta y aguados quedaron aquellos primeros titulares. A las tres de la tarde del 3 de febrero de 1906, los vendedores vocearon por la Calle Ancha el nombre del nuevo periódico y la redacción en pleno se fue a su casa. Al día siguiente era domingo y descansaron, como Dios mandaba. Nunca imaginaron que 110 años después no habría más que tres descansos al año —Viernes Santo, Nochebuena y Nochevieja— y que no necesitarían ni papel para conocer lo que se tramaba en la ciudad.

Sus viejas libretas de pasta negra y páginas ocre rayadas en negro son ahora pantallas de teléfonos móviles. No hay químicos para las fotos y las tablets hacen circular la información a toda velocidad. Exactamente a la misma a la que se produce. Pero se mantiene intacto el azul del cielo y el viento del norte. Y la filosofía con la que nació hace 110 años el Diario de León: la defensa de los intereses de la provincia y la palabra León en la cabeza, en la cabecera y el corazón.