EL DEBATE AUTONÓMICO
El PP desinfla la reforma de la financiación autonómica
El secretario de Economía del PP ve imposible cambios profundos por la presión de todos los barones
El secretario de Economía del PP, Álvaro Nadal, ve muy difícil la posibilidad de acometer una reforma profunda en el modelo de financiación autonómica ya que la falta de recursos presupuestarios hará imposible contentar a los barones autonómicos y lograr un acuerdo con ellos, sean estos del partido político que sean.
Esta es la opinión que ha expresado el también director de la Oficina Económica de La Moncloa en una sesión académica sobre reforma de la financiación autonómica organizada en Madrid por laFundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), cuyo director es Ángel de La Fuente, y la Fundación Internacional Olof Palme, cuya presidenta es la exdiputada socialista Anna Balletbò.
FALTA DE LEALTAD POLÍTICA
Nadal ha dado a entender que la falta de lealtad política de los presidentes autonómicos hacia el Estado hace imposible materializar acuerdos a no ser que se ponga más dinero para repartir sobre la mesa. "A ningún presidente autonómico se le premia por cumplir los objetivos de déficit, sino por el dinero que haya sido capaz de arañar al Gobierno", ha dicho de forma gráfica.
Así, desde su punto de vista, en el nuevo modelo de financiación solo se podrá aplicar parches para paliar algunas de las deficiencias del modelo actual. Una reforma a fondo solo sería posible tras lograr "unpacto de hierro" entre las fuerzas políticas estatales y autonómicas que, según Nadal, "es muy complejo", casi imposible.
El responsable de Economía del PP ha reprochado a las autonomías la"financiación en la sombra" que practican al atrasar el pago a sus proveedores y su amenaza latente de provocar una suspensión de pagos ("default") que podría arrastrar al conjunto del Estado, Mientras -ha explicado- el Gobierno evita aplicar con todas sus consecuencias la ley de Estabilidad Presupuestaria, para no tener que llegar a la suspensión de la autonomía que pemite el artículo 155 de la Constitución.
Las reflexiones de Nadal han caído como una jarra de cubitos de hielo sobre el largo debate, de casi dos horas, en el que, antes que él había participado una quincena de catedráticos, expertos en hacienda autonómica, gestores públicos y otros responsables políticos, como los titulares de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha Vázquez, y de Ciudadanos, Francisco de la Torre, y el asesor económico de Podemos Javier Loscos.
RONDA DE SEMINARIOS
La sesión celebrada en Madrid es la tercera de una ronda que se inició con un seminario de dos días, a puerta cerrada, en S'Agaró (11 y 12 de febrero) y que ha continuado después con debates académicos en Barcelona (3 de mayo) y Madrid (17 de mayo). Se han proyectado otros actos similares en Valencia y Andalucía. El objetivo es formar un cuerpo teórico de ideas y propuestas para avanzar en la reforma del sistema de financiación autonómica que debió haberse acometido en la pasada legislatura y que está llamada a ser a uno de los retos más importantes de la próxima legislatura.
Los participantes en los tres debates celebrados hasta ahora parecen estar de acuerdo en los objetivos de simplificar el sistema, reducir el nivel de desigualdad entre territorios en términos de financiación por habitante, dotar a las autonomías de mayor control sobre los ingresos y revisar el "reparto vertical" de los recursos entre administraciones (lo que corresponde a Estado, autonomías o corporaciones locales).
CONSENSOS Y DISENSOS
También existe cierto consenso en la necesidad de abordar cualquier cambio de una forma gradual, para garantizar que ninguna comunidad pierde recursos en términos nominales (aunque otras ganen más). En general existe coincidencia en no cuestionar el sistema foral del País Vasco y de Navarra, aunque se juzga necesario "mejorar el cálculo del cupo" y una mayor participación de ambos territorios en los mecanismos de solidaridad del resto de las autonomías.
"En 'el qué hay que hacer' es posible ponerse de acuerdo. Otra cosa es en 'el cómo", resolvió Nadal, escéptico.