Diario de León

LEONESAS DE AYER Y HOY. MARÍA DOLORES MARTÍNEZ FERNÁNDEZ

«Mis bajas maternales eran de 15 días»

■ La primera arquitecta colegiada es de Ponferrada
■ Su marido tuvo que avalar su cuenta bancaria cuando empezó en 1975. La tradición familiar alentó la vocación de Dolores Martínez Fernández, la primera arquitecta de León. Desde que se creó el colegio en 1931 hasta que esta leonesa accede a la profesión pasaron casi 45 años. Entre 2010-2014 el Coal tuvo por primera vez una decana al frente.

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Para María Dolores Martínez Fernández fue un reto conseguir entrar en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Tenía el empeño porque «mi padre era arquitecto», comenta. Y le dejó el listón muy alto, aunque ella nunca pretendió ser igual. José Martínez Mirones fue arquitecto municipal de Ponferrada y realizó más de 3.000 proyectos en la ciudad y algunos de los edificios más emblemáticos, como el colegio San Ignacio.

Después de terminar los estudios en el colegio La Inmaculada, la muchacha dio un salto de un mundo feminizado a otro con predominancia masculina. En la época en María Dolores Martínez accedió a la Escuela de Arquitectura de Madrid, a finales de los años 60, «fue cuando se masificó y entramos unas 1.000 personas, de las cuales eran mujeres seis de cada cien».

«Me resultó un poco raro», confiesa. Pero no fue algo que le preocupara. Su prioridad fue, primero, aprobar el dibujo para poder ingresar, algo que consiguió cuando casi había desistido y había decidido matricularse de Económicas. Y una vez que traspasó las puertas, se centró en conseguir su objetivo: «Era una carrera muy dura, con un nivel de abandono impresionante», comenta.

A ella le costó diez años hacer la carrera antes de que, en noviembre de 1975, se colegiara. «Mi padre ya era mayor y me estaba esperando como agua de mayo», recuerda. A los estudios de Arquitectura accedían, por regla general, «personas con un nivel socioeconómico privilegiado» para la época. «Era una carrera de fondo: se trataba de aguantar y de que tu familia lo pudiese aguantar», admite.

María Dolores Martínez nunca le ha dado importancia a ser la primera mujer colegiada en León (en el Colegio de Arquitectos de León, que entonces tenía competencias en todo el noroeste de España la primera mujer en colegiarse fue Milagros Rey Hombre, en 1961, por la provincia de La Coruña).

Tampoco tuvo contacto con otras mujeres de la profesión, principalmente porque «durante muchísimo tiempo no hubo otras en Ponferrada. Desarrolló su profesión el último despacho que tuvo su padre en la Avenida Camino de Santiago de la capital berciana. «He hecho viviendas principalmente, ninguna obra especial», asegura.

Sobre el papel que su padre jugó en su carrera señala que «me aportó su experiencia y apoyo frente a una sociedad que no sé si me hubiera rechazado o no porque no tuve otras circunstancias», matiza. Pero en su experiencia personal están las huellas de una época en la que la mujer estaba aún tutelada en España.

«Nada más terminar la carrera me casé y recuerdo que la primera cuenta de casada que abrí para el ejercicio de mi profesión tuvo que contar con el aval de mi marido». Las diferencias con el momento actual son abismales en otros ámbitos. «Mis bajas maternales eran de 15 días» y «no las amamanté porque no me lo podía plantear, ni teníamos los conocimientos que hay ahora sobre el tema». Había que elegir entre el trabajo o la crianza a tiempo completo.

Lograr entrar en el mundo laboral era demasiado duro para aquellas primeras arquitectas como para abandonarlo. «No me planteé dejar de trabajar para criarlas, ni tampoco ninguna de mis compañeras. Muchas se casaron antes de terminar la carrera y seguían estudiando a veces con hijos», explica.

A lo largo de sus 31 años de experiencia laboral apenas vivió algunos episodios puntuales de discriminación, unos en positivo y otros en negativo. «Una señora llamó al colegio y pidió el nombre de arquitectas colegiadas en la provincia porque quería que fuera una mujer quien hiciera el proyecto de su casa y en negativo, en un ayuntamiento, que a mí me conste, se me puso el veto por ser mujer para la adjudicación de una obra pública».

El Coal (Colegio de Arquitectos de León) tuvo su primera decana, la zamorana Pilar Morala, entre 2010 y 2014. Para entonces, María Dolores Martínez ya se había jubilado.

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