El Gobierno habla de un temporal «excepcional»
Fomento no reconoce fallos tras el caos y recuerda las recomendaciones realizadas .
Largas retenciones de camiones en la A-31 a la altura de la localidad albaceteña de Bonete. MANU
m. sáiz-pardo | madrid
El Gobierno, por el momento, no está dispuesto a reconocer ni fallos ni imprevisión en los dispositivos de los Ministerios de Fomento e Interior para afrontar el temporal de nieve que en los últimos días ha dejado atrapados a miles de personas en las carreteras, autovías y trenes del este peninsular, particularmente en la Comunidad Valenciana y las provincias de Albacete y Cuenca.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, convertido en el único portavoz del Ejecutivo en esta crisis, pidió «disculpas» en nombre del Gobierno «a todas las personas afectadas en situaciones comprometidas» durante esta ola de frío siberiano, pero se negó a admitir errores, dando a entender que era casi imposible evitar el caos ante un temporal «absolutamente excepcional e histórico», al que, además en el caso de la vía más afectada, la autovía A-3 que une Valencia con Madrid, se unió la fatalidad de la caída de postes de electricidad y accidentes de tráfico.
De la Serna, tras el Consejo de Ministros, no llegó al extremo del exvicepresidente Francisco Álvarez-Cascos, quien durante el temporal de diciembre de 1997 culpó, en parte, a los conductores del caos. Pero el actual titular de Fomento recordó que la ciudadanía sabía perfectamente lo que se avecinaba desde el cielo. «La existencia de este temporal ya fue avisada a la población desde el 15 de enero», señaló el ministro, quien insistió en que Aemet ya había avisado de la «especial incidencia de tormentas de nieve en Levante». Protección Civil y DGT, por su lado, también habían pedido evitar el «uso de la carretera» en las zonas que luego fueron afectadas por la tormenta. Admitió, no obstante, que las condiciones meteorológicas se recrudecieron y fueron «mucho peores de lo inicialmente esperado», lo que obligó a activar el jueves el gabinete de crisis.
De la Serna, sin entonar en ningún momento el ‘mea culpa’, dijo estar «convencido» de que «hay cosas que deberemos mejorar en el futuro» y que habrá que «analizar los contenidos de los protocolos». Pero al final, insistió en parapetarse tras cierto fatalismo ante un temporal «excepcional por extensión, volumen y la intensidad de la nevada». La tormenta afectó a un vasto territorio -explicó- «donde no suelen producirse esas nevadas», pero esta vez cayó un manto blanco de hasta medio metro de espesor. El titular de Fomento abundó en que las autoridades se han enfrentado una situación «muy complicada» con «datos inéditos» desde hace 30 años, con «temperaturas anormalmente bajas de 20 grados bajo cero» y con «picos de menos 27 grados en la provincia de Albacete».