Diario de León

Díaz se ve ganadora y quiere «arrasar» en las generales

Se perfila como vencedora por un amplio margen en la recogida de avales.

Susana Díaz, con su hijo en brazos, acompañada por su marido en la Feria de Abril. RAÚL CARO

Susana Díaz, con su hijo en brazos, acompañada por su marido en la Feria de Abril. RAÚL CARO

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r. gorriarán | madrid

Mañana al mediodía concluye el plazo para la presentación de los avales de los candidatos a las primarias del PSOE y la victoria de Susana Díaz se da por descontada. La presidenta de la Junta de Andalucía da por descontado ese éxito doméstico, pero señala que su gran objetivo son las elecciones generales, donde también pretende «arrasar».

En su candidatura dan por hecho que obtendrá más de 40.000 avales de los 187.949 militantes socialistas que podrán votar el 21 de mayo. Un triunfo que también se reconoce en los equipos de Pedro Sánchez y Patxi López, aunque en ambos casos se relativiza la importancia de ese dato. Argumentan que en muchos casos la firma del aval es una imposición de los aparatos locales del partido a los afiliados, pero luego, subrayan, el voto es secreto y ahí cada militante elige en conciencia, libre de la mirada de los dirigentes de la agrupación de turno.

Relativismo o no, la recogida del mayor número de avales suele ser un paso muy importante para la victoria final. Así ocurrió en la única experiencia previa, la de Pedro Sánchez en las primarias del verano de 2014 para elegir secretario general. El por entonces poco conocido diputado por Madrid fue respaldado por 41.338 firmas de militantes mientras que Eduardo Madina recogió 25.238 y José Antonio Pérez Tapias, 9.912. Sánchez ganó después las primarias con 13 puntos de ventaja sobre el diputado por Vizcaya. Es decir, que el número de avales obtenidos resultó ser una pista muy fiable para el resultado de las elecciones internas.

Susana Díaz, según su equipo, confía en superar el número de rúbricas obtenidas por Sánchez hace tres años gracias al respaldo de los principales barones territoriales del partido, entre ellos la presidenta andaluza, y dar así un golpe sobre la mesa. Aunque ella hace como que no le preocupa el asunto -«no sé cuántos avales tendré, pero estoy feliz por el cariño que estoy recibiendo»- porque su objetivo, dice, no se reduce al ámbito del PSOE, su meta es La Moncloa. Las primarias, apuntó en una entrevista en Radio Nacional, son un paso en el proceso. «Yo, donde quiero arrasar -subrayó- es después, en las elecciones (generales), ganarle a la derecha para abrir un nuevo tiempo en este país».

La jefa del Ejecutivo andaluz no teme un adelanto electoral que Rajoy tiene en su mano a partir de hoy al cumplirse un año de la última disolución de las Cortes. Si lo hace siempre será después de las primarias del PSOE que está convencida de ganar y para entonces «no nos va a pillar sin candidato» porque los socialistas votan dentro de poco más de dos semanas. Otra cosa será cómo quede el partido tras esas primarias porque todo apunta a que va a ser difícil suturar las heridas abiertas en octubre pasado.

En su papel de virtual secretaria general, la presidenta andaluza comentó que para hacer su equipo directivo en el congreso del PSOE de junio se rodeará «de los mejores», sean de su candidatura o de las de Sánchez y López. No va a mirar la matrícula de nadie, buscará, dijo, «el talento».

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