«Huí de Matadeón porque aquel hombre me golpeaba»

Teresa, la primera esposa de Antonio María Da Silva, asegura que vivió en Matadeón de los Oteros con Antonio durante «poco tiempo» después de su paso por Asturias, donde nació el penúltimo de sus hijos. Con el matrimonio estaban tres críos, dos niños y una niña. El más pequeño aún era un «bebecihno» de pecho. Ella se dedicaba «a las crianzas» y el hombre «a las obras». «Sí ganaba dinero», admite, aunque ella no sabe de dónde provenía pues había una parte de su vida que no conocía. Guarda un grato recuerdo de su trato con la dueña de ultramarinos de Matadeón, aunque no guarda memoria de los nombres de ninguna. Tenía otros tres hijos, pero al parecer residían en Portugal con su abuela, que ha sido la persona que ha criado a gran parte de la familia.

Teresa tuvo conocimiento de la existencia de Trinidad y Beatriz a través de su hija, que le comentó la visita que había recibido en Viana do Castelo y el motivo de la búsqueda de Antonio. «Nunca mais supe de él, ni quiero. Gracias a Dios encontré a un buen marido», asegura la mujer. «No pongo la mano en el fuego por esa persona», asegura tras explicar que «fui obligada a huir (de Matadeón) porque me golpeaba. No se puede estar con una persona de malvivir».

Según su relato, fue ella quien avisó a la Guardia Civil de la situación desesperada en la que se encontraba, víctima de lo que hoy se identifica rápidamente como violencia de género y en aquellos estaba normalizada: «Tenía una pistola y me la puso en la cabeza. Se lo dije a la Guardia Civil. Me dieron dinero para ir al consulado y desde allí me fui a casiha, a mi país». Salió con los tres hijos y embarazada. «Mi hija pequeña no conoce a su padre», añade. Este testimonio y la circunstancia de que la mujer estuviera encinta sitúa los hechos en 1982 o, como muy atrás, a finales de 1981 pues la hija menor nació en junio de 1982. Es la primera vez en mucho tiempo que rememora aquellos años y se emociona. Todavía tiene miedo.

Cuando inscribió a su hija menor, Teresa se identificó como soltera y lo mismo a su marido. La pareja aparece como casada en la partida de nacimiento de otro hijo que nació en julio de 1977. En 1985 se casó con otro hombre: «Estoy muy feliz», asegura. Quiere seguir viviendo tranquila pues su salud está quebrada y ha sufrido numerosas intervenciones quirúrgicas a causa de un accidente de tráfico que sufrió cuando era trasladada en una ambulancia. Su marido asegura que «Teresa no miente, es una buena mujer».