Las cuentas nacionales también enfrentan a los independentistas

La división de los partidos secesionistas se hizo ayer patente una vez más al fijar su posición sobre los Presupuestos. Así, el vicepresidente de la Generalitat y responsable de Economía, Pere Aragonès, quiso lanzar un mensaje de firmeza al Ejecutivo central y advirtió a Pedro Sánchez que los grupos independentistas no se sentarán a negociar las cuentas si el Gobierno no hace un gesto en materia de referéndum o de presos. En cambio, Gabriel Rufián, a través de un tuit, se salió de la línea oficial y afirmó que el incremento a 900 euros del salario mínimo es una «buena noticia se tenga la bandera que se tenga colgada en el balcón».

Parece claro que en la formación republicana hay sectores que son favorables a dar estabilidad al Gobierno.