Procesan al último jefe de ETA por el crimen de Giménez Abad

M. s. P. | madrid

Más de 18 años después, el asesinato del presidente del Partido Popular en Aragón Manuel Giménez Abad aquel 6 de mayo de 2001 podría dejar de ser uno de los más de 300 crímenes mortales de ETA sin resolver. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha procesado al último jefe militar de la banda y expistolero de ETA Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, ‘Ata’, por el asesinato de Giménez de varios disparos cuando se dirigía a un partido de fútbol en La Romareda, en Zaragoza, acompañado de su hijo, entonces menor de edad. En un auto, el magistrado atribuye a ‘Ata’, que cumple en Francia dos condenas perpetuas, un delito de asesinato terrorista, basándose en la prueba testifical prestada por su hijo y otros testigos presenciales que ostentan la condición de protegidos en este sumario y que, con posterioridad a aquel día, han reconocido al procesado como autor de los disparos. En su escrito, Pedraz hace especial hincapié en los reconocimientos fotográficos del hijo de la víctima, Borja Giménez Larraz, «testigo directo y presencial», quien identificó por primera vez a este miembro de ETA en octubre de 2014 como la persona que disparó contra su progenitor, siendo de «destacar y valorable», según el magistrado, «que esa fotografía nunca había sido difundida por los medios de comunicación».