La compra, en la puerta
Una cuarentena que es negocio
Al joven empresario Adrián Gutiérrez, responsable de una empresa de reparto a domicilio, le han crecido los pedidos un 70%
A Adrián Gutiérrez Godos el negocio familiar le va viento en popa. Sobre todo, desde que empezó la cuarentena por el coronavirus. Un caso excepcional en un país donde cada día hay se suman miles de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo. El responsable en León de la franquicia Reparte, dedicada a la entrega a domicilio tanto los pedidos en tienda como online de Carrefour, El Corte Inglés y Lupa, es de los pocos que no cerrará el mes ni el año en números rojos. Y eso que solo puede distribuir productos de primera necesidad; básicamente, alimentación y limpieza.
«Hemos aumentado los repartos un 70 por ciento desde que empezó la alerta sanitaria», afirma este joven empresario de 29 años. En el número uno de los productos más demandados, el agua mineral. «La gente pide garrafas de cinco libros», dice. El segundo del ránking, el papel higiénico —desaparecido de la mayoría de las estanterías de los supermercados—; y en tercer lugar, la leche. De limpieza, los mayores pedidos son de jabones y toallitas, porque guantes y mascarillas «han volado». En total, desde que se decretó el estado de alarma, realizan alrededor de 150 pedidos al día.
Gutiérrez Godos tiene a su cargo 21 empleados en León y tres más en Ponferrada y una flota de 21 furgonetas y tres camiones. Aunque les han limitado el transporte a un radio de 50 kilómetros, están a tope. El coronavirus se lo ha puesto muy «fácil». «Todo el mundo está en casa, no hay que volver dos veces con un paquete, aparcamos donde queremos y no hay tráfico», explica. De hecho, Gutiérrez Godos admite que estos días atienden más volumen de pedidos en menos tiempo». No le molesta tener que trabajar «enmascarado». Él y sus empleados van protegidos también con guantes, que se cambian tras cada pedido o desinfectan con alcohol, y limpian el volante con jabón después de cada entrega.
«Ya no hay un perfil definido de cliente. Hace unos años solo la gente joven compraba online; ahora, todo el mundo», aunque el centro de la capital y La Palomera concentran el mayor porcentaje de pedidos a domicilio.
Con la cuarentena, la mayoría de los clientes recibe a los repartidores a «dos metros de distancia», lo que no sucede en los pueblos, «donde el trato sigue siendo más cercano», y no solo por los centímetros de separación. También han abierto un servicio especial de entrega e instalación de electrodomésticos «indispensables». Reparten entre 25 y 30 todos los días.