La CEOE suspende el diálogo social por un «desprecio indignante»

«El diálogo social está en suspenso». Ésa fue la reacción de la CEOE al acuerdo entre el PSOE, Unidas Podemos y Bildu sobre la reforma laboral de 2012. Antonio Garamendi, presidente de la organización patronal, argumentó que si el pacto tripartito consiste en una derogación «integral» de la reforma laboral, «no sé para qué me tengo que sentar en una mesa». «Si ya está decidido lo que se va a hacer en la mesa, si el menú del día está preparado», «que no sigan contando con nosotros», remató.

Y, para empezar, la patronal anuló la reunión que tenía ayer con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para abordar el ingreso mínimo vital. La suspensión del diálogo social y la interlocución de la patronal con el Gobierno puede tener serios efectos: puede entorpecerse la negociación de los nuevos avales para las pymes.

Además de que se interrumpen los contactos para hacer frente a la crisis de la Covid-19 como los que se producen en la comisión de seguimiento de los erte para su extensión, si fuera preciso; así como para la reconstrucción del país tras la pandemia.

«Este pacto supone un desprecio indignante al diálogo social, al que dinamita; al papel que la propia Constitución otorga a los agentes sociales y, en este sentido, a las propias instituciones del Estado en el momento más delicado de la economía española», criticó ayer duramente en un comunicado la Fele, la patronal leonesa.

«Un acuerdo que pondría aún más en peligro la maltrecha economía española, la confianza empresarial y el mantenimiento y recuperación del empleo», ha denunciado el CEL en un comunicado.