Alumnado con necesidades especiales
«Podía venir la peluquera a casa, pero mi hijo ha estado sin rehabilitación»
El colegio La Luz de Aspace mantiene las clases ‘online’ pero la rehabilitación y la logopedia se han resentido
El colegio de educación especial La Luz cerró sus instalaciones el 13 de marzo. Al día siguiente el Gobierno decretó el estado de alarma por el Covid-19. Las clases han continuado. «Se sigue trabajando desde casa en la medida de lo posible los contenidos del curso escolar», explica la directora Pilar Pérez.
Maestros y maestras, logopedas y fisioterapeutas realizan sesiones virtuales presenciales, elaboran y envían tutoriales para intervención, material educativo y guías personalizadas para dar contenido a estas clases a distancia en combinación con actividades lúdicas.
El teléfono y el ordenador se han convertido en una herramienta indispensable para mantener el contacto entre familias, alumnado y equipo docente. El whatsapp, la video-llamada y el correo electrónico han acercado a casa las tareas. «La conexión de todos los profesionales con las familias es constante para ayudarles en las tareas y orientarles», afirma la directora.
«Nos han dado hasta instrucciones para masajes en videoconferencias», afirma Marta Cañón Rodríguez, presidenta de la Ampa y madre de Nicolás, un niño de 13 años que es uno de los 20 alumnos de este colegio de educación especial. El niño está en edad de crecimiento y a estas alturas tendría que haber pasado por la ortopedia, servicio que les prestan directamente en el colegio, y también es muy importante que cuidar la espasticidad. El niño tiene escoliosis y lleva un corsé.
Reivindicación
Es un ejemplo de las especiales necesidades que tiene el alumnado y que, a pesar del esfuerzo de familias y profesorado, no se pueden suplir de forma virtual. «Podía venir una peluquera a mi casa, pero mi hijo está sin rehabilitación. Eso no se sostiene», comenta Marta Cañón.
«Nuestros alumnos necesitan unas atenciones más directas que no se pueden hacer en la distancia; como son las sesiones de fisioterapia y logopedia donde la figura del profesional es imprescindible en cuanto a movilizaciones, correcciones de aparatos (moldes, férulas,…), o como en el caso de logopedia en el trabajo de orofacial, donde tiene que ser el profesional el que las realice», explica la directora.
Que todos los niños estén bien, sin contagiarse, aunque en sus casas es una satisfacción para el colegio y para las madres y padres. Sin embargo, para muchas familias ha sido un periodo complicado: «Tienen más hijos que atender en las tareas escolares y a esto se une el tener que salir a trabajar o el trabajo telemático que lleva mucho tiempo», explica la directora.
«Me he tenido que quedar en casa con los dos niños», corrobora la presidenta de la Ampa. «Mi marido tiene un trabajo de servicios esenciales y me he arreglado sola. Intentar que nadie se aburriera y jugar con uno y con otro», añade.
Las familias demandan «la apertura del cole o por lo menos el poder asistir a estas terapias de movilizaciones, controles postural, adaptaciones, que son tan necesarias para nuestros alumnos», insiste Pilar Pérez.