Diario de León

Los jóvenes pasan de la independencia

El respaldo al ‘procés’ de Cataluña cae 20 puntos en cuatro años entre los chicos que tienen de 18 a 24 años Es una generación que ha sufrido una crisis y luego la pandemia del covid

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El secesionismo catalán intentó hacer cima en octubre de 2017. Celebró un referéndum ilegal, según el Tribunal Constitucional, y proclamó la república, pero Cataluña no se convirtió en un Estado independiente. Los líderes del ‘procés’ acabaron en prisión o huyeron a Waterloo (Bélgica). Y la decepción por el objetivo no cumplido se refleja ahora en las encuestas, sobre todo entre los más jóvenes: el apoyo a la independencia ha caído 20 puntos desdesde el 1-O hasta la actualidad entre los que tienen entre 18 y 24 años.

Estas cifras se desprenden del barómetro de opinión que el Instituto de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Barcelona realiza anualmente. En 2017, los jóvenes de 18 a 24 años, ante la pregunta de qué prefiere que sea Cataluña un Estado independiente o una parte de España, el 56% se decantaba por la secesión y el 35% por la permanencia.

En 2021, cuatro años después, los porcentajes se invierten y el 36% apuesta por la separación y el 52% por que Cataluña se mantenga como parte del Estado español. Una caída de 20 puntos que no se da en el conjunto de la población catalana. En 2017, el 44% prefería la independencia frente al 49% que no la deseaba, y ahora aumenta la distancia con un 38-53%.

Gabriel Colomé, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), habla de «desencanto» por parte de los jóvenes. No cree que el ‘procés’ se haya pasado de moda para ellos, pero sí que han dejado de ser el puntal que sustentaba el movimiento, junto a los grupos de más de 65 años. «Los jóvenes eran el ariete del independentismo», asegura.

Las grandes manifestaciones entre 2012 y 2017, sostiene, estaban integradas por gente muy joven y gente mayor. Pero a su juicio, a partir de octubre de 2017 empieza el «desencanto», cuando el mundo independentista comprueba que el «camino hacia la utopía» lleva a la «derrota».

Los jóvenes empiezan a bajarse del barco independentista. Primero porque ven que la arcadia feliz que les habían prometido se aleja, según Colomé, y en segundo lugar por el impacto de la pandemia.

«Hablamos de una generación que ha sufrido la crisis y luego la pandemia», afirma Colomé, que fue director del CEO (el CIS catalán) durante el tripartito.

Para la primera crisis, la económica, señala, el ‘procés’ actuó de válvula de escape, pero la pandemia ha supuesto a su entender un choque de realismo para los jóvenes.

Esos 20 puntos de caída del apoyo a la independencia se reflejaron en las pasadas elecciones catalanas (en las que el independentismo revalidó la mayoría absoluta) con el aumento de la abstención. En 600.000 personas en el caso de los partidos secesionistas y de 750.000, en el de las formaciones constitucionalistas.

LA INCÓGNITA DEL CAMBIO DE VOTO

Si los jóvenes soberanistas que se quedaron en casa el 14-F de 2021 podrían cambiar su voto en el futuro es toda una incógnita. «Normalmente la gente, antes de cambiar de voto, se abstiene», afirma el profesor Colomé. Pero en el caso de los jóvenes de hoy en día, señala que tienen unos comportamientos electorales «totalmente diferentes» a los de generaciones anteriores.

«Se sienten engañados» Anthony Sànchez preside la entidad Joves Junts, que está en conversaciones para integrarse en la formación de Carles Puigdemont. No le sorprenden las cifras de la encuesta, pues admite que los jóvenes independentistas están «decepcionados» con los dirigentes nacionalistas. «No hicieron lo que prometieron», afirma.

«Decían que lo tenían todo preparado para la independencia, pero no llegaron hasta el final», argumenta. El sentimiento de «frustración» cree que es grande entre los de su generación. Esta encuesta, asegura Sànchez, debería «alarmar a nuestros dirigentes». En su entorno, admite, ya hay chicos que se han desenganchado de la independencia. «Se sienten engañados por los políticos», reconoce.

Yeray Mellado preside la entidad juvenil S’ ha Acabat, de carácter constitucionalista. Considera que es normal que los jóvenes se rebelen, pues a su entender el ‘procés’ sólo ha provocado «más pobreza, fuga de empresas y división en la sociedad».

«Son muchos años y la gente se quema», señala. Mellado recibe las cifras con optimismo, si bien admite que el constitucionalismo no ofrece un proyecto alternativo que movilice a los jóvenes. Y se muestra especialmente crítico con el actual Gobierno, quien desde su punto de vista ha asumido el relato independentista —los indultos, la mesa de negociación, etc— y ha retomado el debate territorial en un momento en que la gente ya está muy cansada.

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