Aragonès esquiva la presión de Junts para negociar juntos las cuentas del Estado central
Junts aprovechó ayer la resolución del tribunal italiano que dejó en suspenso la extradición de Carles Puigdemont para presionar al presidente de la Generalitat para que el independentismo haga un frente común en el Congreso en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. El jefe del Ejecutivo catalán volvió a esquivar la oferta de sus socios.
«Tras la victoria de Puigdemont, es el momento de hacernos valer con toda la fuerza», aseguró en el Parlament el portavoz posconvergente, Albert Batet. Los Presupuestos Generales del Estado, dijo, son la «palanca de presión que no podemos desaprovechar». «Es imprescindible actuar de manera coordinada, con toda la fuerza», remató el dirigente nacionalista.
Aragonès no recogió el guante. No es la primera vez. En las filas de ERC recelan de las intenciones de sus socios. «Ponga propuestas concretas y luego lo trabajamos», le replicó Aragonès en la sesión de control al Govern en el Parlament catalán.
El dirigente independentista lleva días poniendo el foco de las reclamaciones en la situación del servicio de Cercanías de Renfe, asunto calificado como «prioritario», según ERC, en la negociación de las Cuentas del Estado.
El presidente de la Generalitat reclamó también una «solución política» para el huido Puigdemont, aunque no lo vinculó a la negociación de los Presupuestos.
Radicales secesionistas atacan a constitucionalistas
El campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, en Bellaterra, fue ayer testigo del ataque de un grupo de estudiantes contra una entidad universitaria de signo constitucionalista. Desde el argumento de que se trataba de un acto de autodefensa contra una provocación fascista, jóvenes independentistas arremetieron y destrozaron una carpa informativa que la entidad antisoberanista S’ha Acabat había levantado en el campus universitario.
Al grito de «fuera fascistas de la UAB», centenares de estudiantes, con bengalas, rodearon durante tres horas, insultaron y coaccionaron a una decena de miembros no independentistas a los que tiraron plátanos, mecheros y zumos.