PP y Vox acusan al Gobierno de «hacer política con los muertos» por exhumar a Queipo de Llano
La Hermandad de la Macarena en Sevilla cumple con la nueva ley de memoria y retira los restos
Los primeros efectos de la Ley de Memoria Democrática aprobada hace casi un mes ya han propiciado que tanto PP como Vox saquen la artillería pesada contra el Gobierno. Los líderes de ambas formaciones exhibieron ayer su indignación con Pedro Sánchez, al que acusaron de «no dejar a los muertos en paz» tras la exhumación de Queipo de Llano de la hermandad de la Macarena en Sevilla, que se llevó a cabo en la madrugada del jueves y en la que también fueron retirados los restos de la esposa del general franquista, Genoveva Martí, y los del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina.
El presidente de los populares, Alberto Núñez-Feijóo, elevó el tono con el que se había pronunciado hasta ahora respecto a la nueva norma del Ejecutivo, la cual establece que «los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público». El mandatario popular aseguró que a él «le gusta hablar más de los vivos que de los muertos». «Allá cada uno con sus prioridades. Lo que me preocupa es la situación económica e institucional del país», apuntó el expresidente gallego en un acto en Guadalajara antes de concluir que él «no va hacer política con los muertos porque esa no es la prioridad de los españoles».
Con más dureza aún se pronunció el presidente de Vox, Santiago Abascal, quien acusó directamente a Sánchez de «profanar tumbas y perturbar el descanso de los muertos». El líder de la formación derechista afeó que la retirada de los restos de Queipo de Llano coincidiese con la celebración del Día de todos los Santos. También el portavoz en el Congreso de los de Abascal, Iván Espinosa de los Monteros, salió al paso para recriminar al Gobierno lo que representa, a su juicio, una «valerosa guerra a los muertos». Aunque no sólo contra el Ejecutivo cargó el dirigente de Vox, quien recriminó también al Hermano Mayor de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, el haberse «doblegado tan sumisamente» al Ejecutivo de Sánchez. Algo que Espinosa de los Monteros tildó de «inexplicable».
El Gobierno, por su parte, celebró que la Macarena deje de albergar 71 años después los restos del que fue uno de los dirigentes protagonistas en el golpe militar de 1936. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, afirmó que «no puede haber ningún lugar de homenaje a genocidas», apuntó. se A QAueipo se le atribuye la muerte de 45.000 personas durante la guerra civil y posterior represión
Los familiares del general franquista llegaron a la basílica cuando el templo cerró sus puertas al público. Alas 02:20 salió el furgón fúnebre que portaba los restos del propio Queipo de Llanos. Fue precisamente en ese momento cuando se produjo otro episodio que pone de manifiesto las heridas aún sin cicatrizar del periodo que ha motivado la nueva ley de memoria. Varios familiares del general hicieron un pasillo y aplaudieron al grito de ‘Viva Queipo’ el paso de la furgoneta que portaba sus restos. Paqui Maqueda, presidenta de la asociación ‘Memoria Nuestra’, comenzó a gritar «honor y gloria a los fusilados por el franquismo».