La Policía asesta en Madrid el mayor golpe de Europa al «Top manta»

El ministro del Interior, Ángel Acebes, quiso arropar con su presencia a la Policía en esta importante operación contra la piratería. El propio ministro fue el encargado de presentar los resultados de unas investigaciones que han acabado con un grupo con una capacidad de fabricación comparable a la de una mediana productora discográfica: 60,5 millones de copias al año. Según señaló Acebes, las 346 grabadoras (tostadoras en el argot policial) descubiertas podrían haber elaborado productos piratas por valor de 1.028 millones de euros al año (precio de venta de los discos originales), lo cual hubiera supuesto un fraude cercano a los 600 millones de euros: 170 millones al fisco, 245 millones a los productores, 82 millones a los artistas y el resto a fabricantes, distribuidores y minoristas legales. En la denominada operación Town, además de las tostadoras han sido descubiertos 27.810 CD de música grabados, otros 11.178 DVD también copiados, un millón y medio de carátulas fotocopiadas, 164.214 CD vírgenes, 37.060 DVD sin utilizar, más de medio millón de carcasas, estuches y fundas de plástico, cerca de 43.680 euros, una máquina de empaquetar CD, una furgoneta de reparto, cuatro guillotinas, sellos para identificar la organización sus propios productos, numerosos ordenadores y abundante documentación. En total, dos camiones-trailers completos. Esta investigación -en la que han tomado parte más de 70 agentes de la Sección de Delitos contra la Propiedad Intelectual, de la Brigada de Delincuencia Especializada, de la Jefatura de Madrid y efectivos de Delitos Tecnológicos- comenzó el pasado septiembre, a raíz de las denuncias de la Sociedad General de Autores (Sgae) y la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (Afive). Tras varios meses de investigaciones, los agentes lograron identificar a los dos ciudadanos chinos que dirigían la red. Uno de ellos, propietario de una tienda de informática en Madrid, utilizaba el negocio para la importación clandestina (contrabando) de millones de CD y DVD vírgenes desde China. Estos soportes eran almacenados en una nave industrial de la localidad madrileña de Pinto y en un chalet de Getafe, desde donde eran repartidos en camioneta a cinco pisos clandestinos del Distrito Centro de la capital de España, donde otros súbditos chinos se dedicaban a copiar sin descanso -24 horas al día- el material fonográfico y videográfico con torres-tostadoras capaces de replicar hasta 12 CD al mismo tiempo. Nuevos pisos En otras seis viviendas descubiertas en Madrid, los extranjeros -que vivían en «condiciones infrahumanas» y encerrados bajo llave, en palabras de una agente del operativo- se dedicaban exclusivamente al montaje de las carcasas y las fundas. Un grupo de ciudadanos senegaleses, también detenidos, era el encargado de distribuir las copias ilegales entre los manteros de Madrid y otras ciudades españolas. En total 40 personas han sido detenidas en el marco de esta operación: 29 chinos, 9 senegaleses y dos españoles de origen chino, todos fabricantes y distribuidores, no vendedores.