ETA planeó atentados contra las sedes de Uruguay en Madrid y Bilbao

ETA planeó atentar contra las embajadas de Uruguay en Madrid y de España en Montevideo. Así se desprende de la documentación incautada por la policía en el domicilio en la capital uruguaya del miembro de la organización terrorista Jesús María Lariz Iriondo, expulsado el pasado 22 de noviembre a Buenos Aires. El periódico El País de Montevideo informa que los papeles encontrados, actas de reuniones mantenidas por miembros de ETA en 2001, prueban que los terroristas barajaban la opción de cometer, entre otras, «una acción contra la Embajada uruguaya en España o algún Consulado como el de Bilbao». El objetivo de esos atentados sería dar un «escarmiento» a las autoridades de este país latinoamericano. La Comisión de Derechos Humanos del Parlamento uruguayo analizó estos documentos el pasado martes, cuando discutió la posible responsabilidad política del Ejecutivo al decretar la expulsión del país de Lariz. El acoso de la policía uruguaya Una de las actas está fechada el 22 de julio de 2001. En la reunión, participaron siete personas, entre ellos Lariz Iriondo. El motivo del encuentro era «tomar una decisión respecto a la presión que estamos sufriendo por parte de la txakurrada (policía) uruguaya». Los papeles reflejan las reflexiones de uno de los integrantes del grupo sobre la oportunidad de un ataque de esas características: «una hostia así puede servir de ejemplo para que otros países de América Latina se lo piensen dos veces antes de entrar en la dinámica represiva del Gobierno español». Un compañeros suyo insiste en que «no estaría de más darles un toque de atención». Los papeles recogen reflexiones de Lariz como «algo hay que hacer, pero tenemos que medir mucho las consecuencias, pues tampoco nos interesa echarnos encima a la sociedad uruguaya». Así, propone «consultar con la organización, pues ya sabemos las movidas que hemos tenido actuando sin su consentimiento». Uno de sus compañeros de reunión, que el rotativo no identifica, dice estar «totalmente de acuerdo» con la idea de atentar contra policías uruguayos, pero insiste en consultar antes a la dirección de ETA «por las repercusiones políticas que pueda tener».