El Supremo advierte a Atutxa que está obligado a disolver SA «sin demora»

El alto tribunal, que dedica cinco páginas del auto judicial a recordar a la Cámara vasca su obligación constitucional de cumplir la ley y las sentencias, advierte a la institución de que sería «inadmisible» que ignorase la resolución «por una pura apreciación política ajena a previsiones legales». El escrito deja claro que «esta sala está apoderada (es competente) y obligada legalmente (por la sentencia) para acordar por sí la disolución de SA». Precisa también que lo hace «sin mengua alguna del principio de división de poderes» y sin «afrentar la dignidad democrática e institucional de la Cámara vasca». La Sala Especial del Supremo, autora de la sentencia de ilegalización y del presente auto, avisa a la Mesa del Parlamento de que, una vez probada la vinculación entre ETA y Batasuna, si no disuelve el grupo liderado por Arnaldo Otegi «perpetuaría por decisión consciente» la representación política de la banda terrorista en la cámara vasca. Vinculación «muy intensa» El auto argumenta que la disolución del grupo parlamentario es una consecuencia directa de la ilegalización del partido de la «izquierda aberzale». Según sus razonamientos jurídicos, la vinculación entre partido y grupo parlamentario, aunque son una realidad jurídica diferente, es «muy intensa», hasta el punto de que el Tribunal Constitucional (TC) considera que los grupos son «una emanación de los partidos políticos». De esta manera, la Sala Especial señala que cuando la sentencia de ilegalización suspende todas las actividades políticas de Batasuna, EH y HB incluye también el cese de todas las actividades del grupo parlamentario de la Cámara vasca y su disolución, por ser parte de las actividades políticas del partido por el que se presentaron a las elecciones y del que seguían las directrices. El tribunal añade que, además, la continuación de la actividad del grupo de SA tras la sentencia del 27 de marzo es «un fraude de ley, por abuso de personalidad jurídica, recogido en el artículo 12, apartado 1 b) de la ley de Partidos Políticos». En otras palabras, que las actuaciones del grupo parlamentario no son más que la continuación fraudulenta de la actividad del partido ilegalizado. El Supremo señala que este extremo se demuestra en el escrito enviado por el Parlamento vasco el pasado 6 de mayo, en el que confirma que el grupo de Batasuna salido de las elecciones autonómicas vascas del 2001 está compuesto por las mismas siete personas que desde el 16 de abril de 2002 integran SA. Es decir, por Joseba Alvárez, Joseba Permach, Jone Goiricelaia, Antton Morcillo, Arnaldo Otegi, Jon Salaberria y José Antonio Urrutikoetxea.