El luto tiñe el país en el entierro de los muertos
El dolor y la rabia vividos el miércoles en la base de Torrejón de Ardoz se repitieron ayer en el último adiós a los militares muertos en el accidente aéreo de Turquía. Los familiares de las víctimas quisieron celebrar los entierros en la intimidad, acompañados sólo de los más allegados y los compañeros de los fallecidos. En Castilla y León recibieron sepultura trece militares, la mayoría en el cementerio de San José de la capital burgalesa. Allí fueron inhumados el comandante José Manuel Ripollés, el capitán Ignacio González; el teniente David Arribas; el brigada José Ignacio Pacho; el sargento Juan Ramón Maneiro; el teniente Sergio Maldonado y su hermano Iñigo, sargento, tras un oficio religioso en la capilla del tanatorio. En Espejón (Soria) fue enterrado el sargento Eduardo Hernández Mañez, que aunque era valenciano recibió sepultura en la localidad natal de su esposa. Allí vivían la ahora viuda y el bebé de ambos, de seis meses, a la espera de que el esposo y padre regresara de Afganistán. El alcance del drama se vivió también en otros municipios como Cuellar, donde mil personas asistieron al entierro del joven teniente David Gil. También fue muy emotivo el sepelio del cabo primero Iván Jesús Rivas Rodríguez, que se llevó a cabo en Alba de Tormes (Salamanca). Otros 14 militares fueron despedidos en Zaragoza y otros municipios de Aragón. El cementerio de Torrero, en la capital, fue escenario del último adiós dado a siete de ellos. En Valencia y Alicante, compañeros de seis de los fallecidos velaron sus cuerpos durante toda la noche. Por la mañana, los restos del capitán Manuel González Ginerés, natural de Pamplona pero vinculado a Alicante, llegaron por carretera hasta el cementerio de la ciudad para recibir sepultura. Su viuda dará a luz a un niño en los próximos días. Otros tres militares fueron enterradas en Valencia: el subteniente Godofredo López, natural de Cuenca; el comandante médico Felipe Antonio Perla y el sargento primero Blas Aguilar Ortega, componente del grupo NBQ del Ejército de Tierra. El sargento del Aire José Francisco Cardona fue enterrado por la tarde Alboraia (Valencia), localidad que decretó dos días de luto. El sargento primero Rafael Martínez, natural de Alfafar, recibió sepultura en su localidad natal. En Extremadura fueron enterrados por la mañana Jesús Nieto y Feliciano Vegas en sus localidades de Montehermoso y Moraleja.