Picos de Europa y Laciana multiplican sus expectativas gracias al sello de la Unesco

Tras la decisión tomada el miércoles por la Mesa del Consejo de Coordinación Internacional del Programa MaB (Hombre y Biosfera) en París y hecha pública por la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, en Oviedo, el Parque Nacional de los Picos de Europa y el Valle de Laciana han pasado ha formar parte de una red de ecosistemas terrestres y costeros en los que se promueve reconciliar la conservación de la biodiversidad con su uso sostenible. Este nuevo reconocimiento ha sido concedida tras un estudio riguroso de las propuestas dirigidas a la Unesco, en primera instancia, por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales en el caso de Picos de Europa y por el Ayuntamiento de Villablino para el Valle de Laciana, y después por el Ministerio de Medio Ambiente. A pesar de esta condición internacional, el estado seguirá manteniendo su jurisdicción soberana sobre ambos territorios. Según los objetivos perseguidos por la Unesco, los Picos de Europa y el Valle de Laciana deberán cumplir a partir de ahora con tres funciones básicas. La primera es conservar sus paisajes, ecosistemas, especies y su variedad genética. Deberán favorecer un desarrollo económico y humano que sea sostenible socio-cultural y ecológicamente. Y por último, ambos espacios deberán apoyar la investigación, la monitorización, la educación y el intercambio de información relacionada con asuntos locales, nacionales y mundiales sobre conservación y desarrollo. Establecer una Reserva de la Biosfera representa un desafío, el de crear un mecanismo apropiado que planifique y coordine todas las actividades. Es esta dimensión humana la que hace que la gestión del Parque de Picos y del Valle de Laciana se convierta en un «pacto» entre la comunidad local y la sociedad en general. Según las experiencias anteriores, los primeros beneficiados serán los habitantes locales, que pueden obtener diversos tipos de beneficios potenciales, como protección de los recursos básicos de la tierra y agua, una base económica más estable y diversificada, empleos adicionales o mayor poder de decisión en materia de uso de la tierra. También se beneficiarán los agricultores y forestales, pues las Reservas de Biosfera ofrecen la posibilidad de realizar proyectos de entrenamiento y demostración de usos alternativos de la tierra y otras estrategias de gestión que aseguren el mantenimiento de los valores naturales, como la fertilidad del suelo y la calidad del agua. Esto permitirá un uso mejor de los recursos humanos y financieros. Además, estas áreas ofrecen a los científicos una amplia base de datos sobre la que elaborar nuevas hipótesis y experimentos. Los beneficios prácticos que este reconocimiento vaya mostrando servirán incluso para procurar un mayor apoyo público a la conservación de la naturaleza. Por último, el estatus especial que adquieren las Reservas de Biosfera incluye siempre nuevas oportunidades a la educación, la recreación y el turismo, que acarrearán beneficios a los Picos de Europa y al Valle de Laciana.