Ruth Porta asegura que no existió un pacto con renovadores por la base

Las luchas intestinas dentro de la Federación Socialista Madrileña -causa, según el Partido Popular, de la traición de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez a su partido- son ciertas, pero pertenecen al pasado. Ruth Porta, portavoz adjunta del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, defendió ayer, durante su comparecencia en la comisión de investigación abierta en el Parlamento autonómico, la unidad y cohesión de su partido en un intento de cortar de raíz los argumentos empleados por sus rivales políticos para desechar la idea de una trama urbanística como culpable de la crisis institucional de la Comunidad. La secretaria de Política Institucional de la FSM es la única diputada socialista de la Cámara madrileña a quien se ha llamado a declarar ante el grupo investigador. Lo hizo el PP, convencido de que podría aclarar mucho acerca de la animadversión que Tamayo ha mostrado públicamente hacia ella y su marido, el también militante socialista Enrique Benedicto. Con el argumento -el de que gracias a Simancas el partido se convirtió en un grupo «unido y cohesionado»- rechazó la teoría del incumplimiento de acuerdos entre el grupo de Balbás (del que formaban parte Tamayo y Sáez) y el mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero para otorgar a los Renovadores de la base una representación del 40% en las listas electorales y las tareas de Gobierno. Ése es uno de los motivos aducidos por el diputado rebelde para explicar su decisión de dejar tirado a su partido el día en el que la Asamblea celebraba su sesión constitutiva, pero según Porta tales acuerdos son falsos. «A mí nadie me ha hablado nunca de ellos, es imposible que existieran porque Rafael Simancas acabó con ese tipo de cosas y los únicos testigos que tienen ustedes de lo contrario -espetó al portavoz popular - son dos traidores expulsados del PSOE». Con la misma fiereza sostuvo que Tamayo miente al tratar de justificar su espantada con su descontento por el pacto de Gobierno «secreto y vergonzoso» entre los socialistas e Izquierda Unida. Los populares pusieron en duda que el sector de Balbás no hubiera acordado con Zapatero y Blanco, unas determinadas cuotas de poder dentro de la FSM a cambio de admitir a Simancas como candidato para las elecciones del 25 de mayo. Metidos en asuntos espinosos, el portavoz del PP comenzó a bucear en los intereses políticos y patrimoniales del esposo de Ruth Porta entonces cuando el interrogatorio se convirtió en un diálogo de sordos entre dos diputados de partidos opuestos.