La inmigración y el repunte de natalidad logran amortiguar la caída de alumnos

Los inmigrantes y el repunte de la natalidad han logrado amortiguar la caída del alumnado en la provincia leonesa. Las cifras son elocuentes. Este curso 2003-2004 se han matriculado 935 escolares menos, una pérdida, sin embargo, tres veces inferior que la registrada el año anterior y que fue de 3.000 estudiantes. Tanto el delegado territorial de la Junta, Eduardo Fernández, como el director provincial de Educación, Emilio Gutiérrez, analizaron ayer en clave optimista los números de la vuelta al cole porque, pese a la reducción global de 68.420 a 67.494 inscritos, la rama infantil ha experimentado un crecimiento de 700 niños, un dato que no se producía en los últimos años. Ambos confían en que la recuperación del nivel de alumnado leonés venga, precisamente, por la reanimación de la educación infantil. De hecho, este curso se han creado siete unidades escolares nuevas, al compensarse las 22 de nueva creación con las quince que desaparecen. Fernández ha constatado que las familias vuelven a animarse a tener más de un hijo y en la balanza de la recuperación de estudiantes, opina que en León ha pesado más el crecimiento de la natalidad que el aumento de alumnos extranjeros. «A diferencia de lo que sucede en otras provincias de la autonomía y de España _explicó_, la inmigración no es un fenómeno reciente en León, que ha recibido durante décadas ciudadanos extranjeros ligados a la minería. La integración se ha ido realizando a lo largo del tiempo, se puede decir que hemos sido pioneros en ese tema». Gutiérrez precisó que el número de extranjeros matriculados en la provincia es de 1.100. Proceden, en primer lugar, de países latinoamericanos, sobre todo de Colombia y Ecuador; en segundo lugar, del Norte de África y en tercero, de Europa. Para ellos existe un programa específico, encaminado a promover el respeto y el aprecio hacia las diversas culturas.