La familia del asesino de Rosana Maroto lo califica de «monstruo»
Un policía introduce los restos encontrados de Rosana Maroto
El alcalde de Valdepeñas (Ciudad Real), Jesús Martín, aseguró ayer en rueda de prensa que el asesino confeso de Rosana Maroto Quintana y de una pareja de novios de esa localidad no muestra ningún signo de arrepentimiento. Martín recordó que el propio Gustavo Romero, que ha tardado poco menos de una semana después de ser detenido por el crimen de los novios en reconocer ser también el autor del asesinado de Rosana, fue el que acompañó a la Policía y a las autoridades judiciales al pozo seco donde enterró a la chica hace cinco años. Añadió que los restos óseos de la joven se acabaron de extraer de ese lugar sobre las 21.00 horas del jueves y a continuación fueron trasladados en helicóptero al Instituto Anatómico Forense para practicarles las pruebas de ADN que constaten definitivamente que son los de Rosana Maroto. El asesino es un «monstruo» y merece una condena dura. Así lo afirman los nueve hermanos de este hombre de 31 años que en 1998 acabó con la vida de Rosana, que entonces tenía 21, cinco años después de acuchillar a una pareja de novios, también de 21 años, a la que atracó en el Parque Municipal. Los hermanos de Gustavo Romero prefieren no aparecer ante los medios de comunicación «porque su situación anímica no es la más idónea para atender la presión de los medios», según aclaró este viernes el letrado Francisco Delgado, abogado de la familia Romero. La familia exige que cumpla íntegramente la condena.