«Esta cinta sí que la guardo» Será por monolitos

A Cascos le debió parecer ya de lejos que la cinta que tenía que cortar en la inauguración no se encontraba a su altura. «Estire un poquito por ahí, que está un poco bajo», ordenó a uno de los hombres que la sujetaba. Antes de proceder al ritual con la tijera, el ministro se preocupó de que en la fila del corte estuvieran los que tenían que estar. Se ve que ya ha cortado muchas. Preguntó por los delegados del Gobierno en Asturias y Castilla y León y por los presidentes de las diputaciones de Zamora y León. El primer trocito para el presidente de la Junta. «Ésta sí que la guardo», dijo Herrrera. Claro, que seguro que por la mañana en Salamanca, donde él y Cascos inauguraron otra autovía también dijo lo mismo. Porque, ¿dónde guarda si no, todas las cintas? Quizá las recicle o a lo mejor tiene una cajita especial. Después el ministro siguió dale que dale a la tijera y repartió trocitos a diestro y siniestro. ¡Será por cinta!, dijo acertadamente la delegada del Gobierno en Asturias, Mercedes Fernández. Tras escuchar en la carpa las explicaciones del proyecto e inaugurar la obra, cinco autobuses llevaron a toda la comitiva oficial y al medio centenar de periodistas a recorrer estos dos primeros tramos. Primera parada: descubrir un monolito en el kilómetro 190,5 de la A-66. (La Antigua). Fue entonces cuando el secretario de Estado de Energía, José Folgado, de Benavente, preguntó al ministro que si había otro monolito en suelo zamorano. Efectivamente lo había, en Villabrázaro, frente a la carpa donde se desarrolló el acto. Luego toda la comitiva volvió al punto de salida para escuchar los discursos. Y allí surgió la polémica. Cuando el ministro, a preguntas de los periodistas asturianos, hablaba del tramo de autovía entre Llanes y Unquera atacó al alcalde de la primera localidad (PSOE) y le acusó de «chanchullear con el urbanismo». Los socialistas no se lo perdonaron y comenzaron a protestar, entre ellos tuvieron que calmarse para evitar que las palabras llegaran a más. Incluso los escoltas de Cascos rodearon al grupo encabezado por Amparo Valcarce para asegurarse de que no se movieran más de la cuenta. La parlamentaria llegó a decir que estaban acosándola. En fin, discrepar en un foro tan monocolor cuando perteneces a otro partido no debe ser fácil, como se vio. Por cierto, los guardaespaldas de Cascos deberían tener un plano con el quien es quién de la comunidad, porque no reconocieron a Herrera y le empujaron cuando pretendía acercarse al ministro a su llegada. Las voces de los agricultores del Páramo Bajo y sus silbidos también fueron protagonistas de la tarde ventosa. En los dos primeros tramos de la autovía entre León y Benavente ayer fueron descubiertos dos monolitos, uno en el municipio de La Antigua en León y otro en Villabrázaro (Zamora), momento que precisamente muestra la imagen, con Herrera y García Prieto a la derecha