Un juez deniega el tercer grado penitenciario a 71 etarras Atracan un banco en Orense en nombre del Grapo

El juez central de Vigilancia Penitenciaria, Javier Gómez Bermúdez, rechazó este viernes conceder el tercer grado penitenciario a 71 etarras condenados por la Justicia. Estas personas reclamaron en bloque al magistrado su progresión a un régimen de semilibertad a comienzos de octubre por entender que cumplen los requisitos que exige la legislación. El magistrado considera en cambio que no deben salir de la cárcel porque ninguno ha dado «signos de haber abandonado los fines y medios terroristas». En una resolución que responde a todas las peticiones formuladas, Gómez Bermúdez insiste en que «no cabe duda» de que los internos no reúnen las condiciones para progresar de grado. Destaca que ninguno ha repudiado de forma pública el terrorismo ni sus anteriores delitos, tampoco consta que hayan pedido perdón a sus víctimas ni existe «informe alguno» que acredite la disposición de esos presos a colaborar con las autoridades ni que estén «desvinculados de la organización terrorista y del entorno y actividades de asociaciones y colectivos ilegales que le rodean». Dos individuos, que dijeron pertencer a los Grapo, atracaron ayer una entidad bancaria de la localidad ourensana de Carballiño, en la que se apoderaron de una cantidad de dinero indeterminada, que fuentes no oficiales cifraron en 100.000 euros. Los atracadores se dieron a la fuga en compañía de un tercero que les esperaba en un turismo. Según informó la Subdelegación del Gobierno en Ourense, los hechos se produjeron alrededor de las 14.00 horas, cuando los ladrones accedieron al interior de la sucursal y manifestaron verbalmente a los empleados que pertenecían a la organización terrorista Grapo. Uno de ellos aparentaba unos 55 años, medía 1,65 centímetros, tenía acento gallego y vestía cazadora azul, pantalón vaquero y gafas oscuras. Además llevaba un arma de fuego, aunque no se ha podido determinar si se trataba de una pistola o un revólver. El segundo implicado medía 1,80 centímetros, tendría 55 años y llevaba una funda azul, zapatos de ante. Tenía acento asturiano e iba cubierto con un pasamontañas.