Diario de León

| Crónica | Ya son 201 muertos |

Centenares de personas asisten en Marruecos a la misa por la paz

Alcalá de Henares llora en la calle a las víctimas de la masacre de Atocha. Cuarenta alcalaínos murieron en el tren el 11-M

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P. Soto - rabateuropa press | madrid
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Centenares de ciudadanos españoles, marroquíes y de otras nacionalidades acudieron hoy al acto ecuménico en memoria de las víctimas de la matanza de Madrid que se celebró en la catedral de San Pedro y San Pablo de Rabat. El actual Gobierno de Marruecos en pleno, representantes de la Casa Real, del Parlamento y del Senado y de la clase política e institucional marroquíes y miembros del cuerpo diplomático extranjero acreditado en Rabat asistieron a la misa oficiada por el arzobispo de la capital de Marruecos, monseñor Vicent Laudel. España estuvo representada por la ministra de Asuntos Exteriores en funciones, Ana Palacio, el embajador y otros responsables diplomáticos políticos, económicos y culturales españoles en el país norteafricano. En medio de grandes medidas de seguridad, el acto, que se inició a las 17 horas (una hora más en España), tuvo un marcado carácter emotivo, y la tristeza y el dolor acompañaron los rostros de muchos asistentes. Musulmanes, cristianos, judíos y ateos formaron durante una hora un grupo humano compacto, solidario y contrario a la barbarie. El arzobispo Laudel, que se expresó en francés y en español, hizo un alegato a favor de la paz y recordó a todas las víctimas de la masacre del 11 de marzo, «a los españoles, pero también a los marroquíes y a las personas de otras nacionalidades». El alto dignatario religioso pidió a lo asistentes que no sucumban «a la ira y a la venganza» en «estos momentos de sufrimiento y desconcierto». La Reina presidió ayer el funeral por las víctimas de los atentados de Madrid del pasado jueves, misa organizada por la Comunidad de Madrid, que tuvo lugar en la Catedral de La Almudena y que estuvo oficiada por el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. En la ceremonia estuvieron presentes familiares y amigos de las personas que perdieron la vida trágicamente el 11-M además de representantes de los partidos políticos. Momentos antes, unas 45.000 personas se manifestaban en Alcalá de Henares (Madrid), localidad que ha perdido a más de 40 vecinos en los brutales atentados. No asistió a la ceremonia el presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, representado en la ceremonia por el vicepresidente Rodrigo rato. El funeral de estado organizado por el Ejecutivo se celebrará el próximo 24 de marzo, por lo que el acto de ayer estaba concebido más bien como una ceremonia para los ciudadanos. Pese a ello, todas las autoridades municipales y regionales asistieron, igual que una treintena de embajadore sy diplomáticos de otros países. Doña Sofía, de luto riguroso y con gesto compungido, asistió en la catedral de la Almudena al solemne funeral convocado por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid en memoria de las 201 personas muertas en los atentados terroristas del pasado jueves contra trenes de Cercanías que llegaban a la estación de Atocha. La catedral de la Almudena estaba totalmente abarrotada de personas, que se calcula superaron los tres millares. Desde una hora antes de la ceremonia ocupaban el templo centenares de personas que esperaban el comienzo de la ceremonia. En las inmediaciones había gran cantidad de hombres y mujeres que no pudieron entrar por falta de espacio, pero que se sumaron a la ceremonia religiosa desde el exterior. Rouco Varela hizo un agradecimiento a los ciudadanos de Madrid que voluntariamente colaboraron junto a los servicios sanitarios y las fuerzas del orden para asistir a las víctimas en aquel «atardecer de luto». «La fe va más allá de la muerte», dijo el arzobispo, quien calificó de «gente insensata» a los terroristas que pese a la destrucción que han provocado

. Manifestación en Alcalá En Alcalá de Henares, localidad madrileña que ha perdido en los terribles atentados a más de 40 de sus vecinos, además de estar heridos muchos otros, alrededor de 45.000 personas, a partir de las siete de la tarde, a la manifestación que se llevó a cabo por diversas calles céntricas de la ciudad en memoria de las víctimas del atentado terrorista. La manifestación estuvo encabezada por una pancarta con el mismo lema que las celebradas el viernes en todas las capitales. A la cabeza de la comitiva se situaron los familiares de los fallecidos, de los que sólo 26 han podido ser identificados. Esta vez no hubo gritos, ni proclamas; sólo lágrimas y aplausos. Los de los propios manifestantes y los de aquellos que optaron por esperarles a pie en las aceras en señal de apoyo. En primera línea, junto a los familiares, caminaron también miembros de todas las formaciones políticas con representación en el Parlamento autonómico. A las ocho de la tarde los manifestantes llegaron al final de su recorrido en la plaza Cervantes, donde se habilitó un escenario. Subieron amigos y familiares de los fallecidos en el tren que les llevaba a Atocha el jueves.
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