Del Olmo alerta de que células de apoyo podrían relevar al comando del 11-M

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, instructor del sumario por la matanza del 11-M, advirtió ayer de que los restos de la célula islamista que están en busca y captura, junto a miembros de las células de apoyo que aún no han sido detenidos, pueden intentar formar un nuevo comando terrorista que sustituya al que perpetró la masacre, que se considera desmantelado tras el suicidio de siete sus principales integrantes el 3 de abril en un piso de Leganés y la entrada en prisión del resto de miembros relevantes. El magistrado, en una resolución remitida ayer a la comisión que investiga los atentados, recuerda que, según informó la Policía, del pisó de Leganés donde se suicidó el núcleo del comando huyó al menos una persona; que uno de los terroristas que colocaron las mochilas bomba en los cercanías, el argelino Daoud Ouhname, está en paradero desconocido, al igual que dos de los principales promotores del comando, Said Berraj y Amer El Azizi; y que contra otros tres presuntos implicados en la trama criminal -Mohamed Afalah, Mohamed Belhadj y Abdelmajid Bouchar- hay órdenes de detención internacionales, que todavía no han dado resultados positivos. A estos potenciales candidatos a refundar el grupo terrorista hay que sumar la cantidad de piezas del puzzle y flecos que todavía deben unir los investigadores, que podrían conducir al descubrimiento de nuevos colaboradores o células durmientes vinculadas con los terroristas muertos o encerrados. El escrito judicial señala que «podría generarse una actitud de sustitución por parte de esas iniciales células de apoyo ante la caída de la célula operativa». Quedan 20 kilos de explosivo Del Olmo también realiza otra advertencia sobre la refundación de la célula operativa. Considera que se dotaría de «un mayor nivel de clandestinidad, por lo que es más dificultosa la actuación policial de investigación y la eventual desarticulación de dichos elementos o células». La única reflexión optimista que contiene el documento es que, según los cálculos realizados por los peritos policiales, de existir todavía algo de explosivo en manos de fundamentalistas vinculados a los atentados la cantidad sería inferior a los 20 kilos de dinamita. La cuenta se realiza a partir de la goma 2 que compraron los islamistas en Asturias, a la que se descuenta la utilizada en las mochilas bomba, en el intento del AVE, la localizada en la casa de Leganés y la usada en el suicidio colectivo. Estas preocupaciones son las que, según explica el propio juez en el documento, aconsejan en este momento mantener el secreto del sumario sobre la mayor parte de los investigados, para que la policía pueda hacer «un análisis riguroso, discreto y sosegado» de las pistas y evidencias que pueden conducir a nuevas detenciones, con «riesgo de perjudicar el logro hasta ahora conseguido» si se actuase al contrario.