Diario de León

Los cadáveres de las agentes en prácticas reposaban en un escenario dantesco, que fue incendiado para eliminar pistas

Dos policías leonesas son torturadas y asesinadas en su vivienda de Hospitalet

Las víctimas fueron halladas en alcobas diferentes con evidencias de ensañamiento

Miembros de los servicios funerarios de Hospitalet trasladan uno de los cadáveres hasta el juzgado

Miembros de los servicios funerarios de Hospitalet trasladan uno de los cadáveres hasta el juzgado

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Primero fueron torturadas y vejadas, después las asesinaron y, finalmente, prendieron fuego a su piso para no dejar pistas. Todo ocurrió en menos de dos horas, entre las ocho y las diez de la mañana, hora en la que los cadáveres de las policías nacionales en prácticas María Aurora Rodríguez García y Silvia Nogaledo, naturales de los municipios leoneses de Toral de los Guzmanes y Noceda de El Bierzo, fueron hallados en el piso que compartían desde hace siete meses en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) envueltas por un escenario dantesco. La policía autonómica catalana trata de esclarecer este brutal y truculento doble asesinato, del que aún no se sabe si fue cometido por una o varias personas, que prendieron fuego a diversas estancias del inmueble para hacer desaparecer parte de las evidencias, según apuntaron fuentes del caso. El piso se encuentra en Bellvitge, una barriada a la que habían llegado tras terminar sus estudios en la Academia de la Policía en Ávila y que es conocida por ser residencia habitual de policías y guardias civiles, además de que allí se encuentra una importante colonia de leoneses. Los cuerpos de las policías, destinadas en las comisarías de Castelldefels y Barcelona, fueron hallados por los bomberos de la Generalitat, sobre las diez de la mañana -una de las víctimas salió a las ocho del turno de noche-, cuando accedieron al séptimo piso segunda puerta, después de que los vecinos diesen la alarma por las columnas de humo que salían del inmueble. Los bomberos, tras derribar la puerta principal, según su propio testimonio, quedaron «conmocionados» por el horror que encontraron en la casa. Los cadáveres de las víctimas, cada uno en una habitación diferente, reposaban sobre grandes charcos de sangre. El foco principal del incendio estaba en un sofá, aunque había otros dos puntos más de inicio, lo que apunta a un fuego intencionado posterior a los asesinatos.

Lesiones previas al fuego

La unidad de Policía Científica de los Mossos d'Escuadra, que acudió minutos después al escenario del crimen, descartó en principio que la muerte de las mujeres se debiese al incendio, ya que presentaban lesiones mortales previas a las quemaduras. Pese a la escasa información que ha trascendido, debido a que el juez instructor decretó de inmediato el secreto de sumario, se sabe de fuentes del caso que las señales de muerte violenta son evidentes en los cadáveres, con profundos cortes por arma blanca diversas partes del cuerpo.

Cuchilladas no mortales

Los agentes también descubrieron, a simple vista, muestras evidentes de tortura y ensañamiento -múltiples cuchilladas no mortales y golpes- y elementos que hacen pensar en que las mujeres fueron víctimas de agresiones sexuales. Una vecina del inmueble, Vitalina Ferreira, señaló que poco después de las ocho de la mañana creyó oír una discusión entre las dos inquilinas del séptimo segunda con motivo de una llave, pero añadió que no llegó a verlas. Elaborada por Agencias, Asun G. Puente, Marco Romero, Felipe Ramos, Rut García, Georgino Fernández y M. A. Cebrones.

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