Bono dice que la catástrofe del Yak-42 ocurrió por ahorrarse 6.000 euros

El avión no debió volar, porque tenía dos averías graves», aseguró ayer José Bono ante el pleno del Congreso, en una sesión muy bronca. El ministro de Defensa atribuyó el accidente que costó la vida a 62 militares españoles al cambio de avión que ordenó el Estado Mayor de la Defensa un mes antes de que se produjera la tragedia, para ahorrarse menos de 6.000 euros. Por ello, los soldados regresaron de Afganistán en un Yakovlev 42 y no en un Tupolev 154, como estaba previsto. El titular de Defensa reveló que antes de accidente se presentaron 16 quejas de militares por los aviones. Citó un informe remitido por el Ejécito del Aire al Estado Mayor, con tres meses y medio de antelación, en el que advertía de la inseguridad de los aparatos de la ex Unión Soviética. También dijo que en la contratación participaron cinco intermediarios, que cobraron comisiones. Y afirmó que los fallos en las identificaciones de los cadáveres se debieron a las prisas, tal es así que no se reparó en las alianzas que algunos llevaban con «nombres y fechas claras». Asimismo, anunció que propondrá al Consejo de Ministros de hoy que tome medidas contra los mandos del Estado Mayor Conjunto y de la División de Operaciones, que contrataron el avión, lo que supondrá su paso a la reserva. Bono denunció la negligencia con que se actuó y las mentiras que se dijeron. «Se tomaron disposiciones que condujeron a que el accidente se produjera», dijo. Pero aseguró que no le correspondía a él pedir responsabilidades políticas. Trillo culpa a la cúpula militar Tras casi cuatro meses de silencio, Federico Trillo intervino para defenderse y echar la culpa de los errores a la cúpular militar, responsable de la contratación de los aviones. El ex ministro de Defensa dijo que no tuvo conocimiento de ningún informe que alertara sobre la precariedad de los mismos ni de los fallos en la identificación de los cadáveres y anunció que mantendrá su escaño. Antes, Zaplana acusó al PSOE de hacer en el pasado una «oposición sin límites» e indecente, basada en «tragedias y catástrofes» y al Gobierno de actuar de forma «miserable», porque siembra «ira y odio» contra el Gobierno anterior. Sacó a relucir el caso GAL y denunció el «linchamiento de Trillo». Medidas de prevención Por otra parte, José Bono anunció la adopción de varias medidas para que crisis como la que se derivó del accidente no se repitan en el futuro. Esas decisiones alcanzan a todos los aspectos mal gestionados en esa catástrofe: la contratación del avión, la ignorancia de las quejas, los seguros que protegen a los soldados y el desastre que supuso el proceso de identificación de los soldados fallecidos. Bono tampoco olvidó las responsabilidades de quienes tomaron las decisiones en el caso del Yak, que prometió se depurarán hoy en seno del Consejo de Ministros. Bono ya dio instrucciones al jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad) para que en todas las salidas al exterior de tropas españolas que participen en misiones de paz y que viajen en medios que no sean militares esté siempre presente un oficial, que deberá realizar un «riguroso parte de incidencias».