Las firmas del PP, De Francisco y Soto avalan la moción de censura en León

Los doce concejales del Partido Popular y Covadonga Soto -Rodríguez de Francisco no asistió, aunque delegó en un poder notarial- presentaron ayer las catorce firmas que avalan la moción de censura para desbancar de la alcaldía al socialista Francisco Fernández, en el pleno extraordinario que deberá celebrarse el día 3 de diciembre, a las 12.00 horas, y que devolverá el bastón de mando a Mario Amilivia. «Ni presentamos esta moción contra el PSOE ni contra la administración central. La presentamos a favor de León y para garantizar un buen nivel de gestión, aunque compatibilizándolo con la reivindicación», convinieron al pie del registro los firmantes del pacto. El número uno de la lista popular relató una vez registrado el documento el trío de motivaciones de su decisión: «La obligación de dar estabilidad política al Ayuntamiento, dado que esta moción garantiza una gestión adecuada; la posibilidad de que el partido que ganó las elecciones gobierne, algo que es un ejercicio de normalidad democrática y sensatez política; y la garantía del consenso institucional, puesto que mi papel no va a ser competir con otras administraciones, sino hacer que cada ámbito competencial permita avanzar a León». En un tono más prosaico, Covadonga Soto refrendó de plano los fundamentos de su compañero de pacto: «Pretendemos que se deje de jugar con el Ayuntamiento de León. El Ayuntamiento de León no se subasta a ningún postor, como dijo en su día el secretario general de la UPL, Joaquín Otero, sino que está para dar servicio a los ciudadanos, y eso es lo que vamos a pretender». Para todos o para nadie El discurso de Amilivia derivó de los objetivos a las explicaciones para salir al paso de las críticas vertidas por el PSOE: «Nuestro pacto es claro, transparente, somos 12+2 y lo que no es democrático ni moralmente aceptable, es que alguien suplicara esos votos en los últimos plenos y ahora, porque favorezcan a otro partido, ya no sean legítimos. O son para todos, o no son para nadie». Un paso más allá de sus palabras, el presidente del grupo popular dejó entrever que «si alguien más quiere secundar esta moción de censura, perfecto; puesto que cuantos más concejales la voten, mejor». El aspirante en firme para ocupar el sillón de poder del Consistorio matizó las insinuaciones acerca de su enfrentamiento pretérito con el concejal no adscrito y precursor del acuerdo: «La explicación personal para que después de las malas relaciones que hemos tenido Rodríguez de Francisco y yo en el pasado, ahora se conviertan en un pacto es que la responsabilidad política obliga a superar en algunos momentos planteamientos del pasado. Y luego, en la vida, pasa como en la película Volver a empezar , que tenía una canción preciosa. En la vida, todo empieza todos los días, y en la política, no se pueden imponer planteamientos personales». Inmerso ya dentro del papel de alcalde, Amilivia detalló los principios de lo que será su labor al frente del Ayuntamiento: «Hay que transformar la ciudad de León. Infraestructuras viarias, ferroviarias, culturales y de todo tipo, impulsadas por gobiernos anteriores, no se van a ver paralizadas bajo ningún concepto. Soy consciente de que los ciudadanos demandan una gestión cercana y buscaré el reto de la participación de toda la sociedad, donde no quepa el sectarismo ni haya discriminación política».