El PP quiere ampliar la investigación con su teoría conspirativa

El PP ha vuelto a desenterrar la teoría de la conspiración del 11-M con llamadas de atención sobre las consecuencias políticas de los atentados a fin de mantener viva la investigación parlamentaria y conseguir su ampliación a los acontecimientos que tuvieron lugar en vísperas de las votaciones del 14 de marzo. Con sus declaraciones públicas, los dirigentes populares vuelven a sembrar dudas sobre las motivaciones de quienes provocaron la masacre. Después de que el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, hablara de un atentado «teledirigido» para echar al PP del poder, el secretario general del partido de la oposición, Ángel Acebes, insistió ayer en la misma tesis y pidió que sigan las investigaciones -parlamentaria, judicial y gubernamental- sin descartar ninguna línea «a priori». El grupo popular no consiguió, hasta ahora, que la comisión parlamentaria prestara atención a la 'teoría de la conspiración' porque el PSOE y los grupos minoritarios se negaron a aceptar esta vía de investigación y rechazaron las comparecencias solicitadas por el primer partido de la oposición. Sin embargo, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, consiguió este fin de semana que volviera a prender la polémica con su denuncia. Ayer, el secretario general, Ángel Acebes, siguió la misma línea y reiteró que hay una «au-toría intelectual» que va más allá de los delincuentes que provocaron materialmente los atentados. Según dijo, los máxi-mos responsables no sólo pla-nearon la masacre sino también sus posibles repercusiones en el ámbito político. Las acusaciones del PSOE A esta estrategia del PP le contestó el PSOE acusándole de ser incapaz de asumir su de-rrota en las elecciones del 14 de marzo. José Blanco, secretario de Organización del PSOE, replicó con dureza a los popu-lares, a quienes reprochó que «no hayan parado de mentir» desde la masacre de Madrid, salvo cuando admitieron que el control de los explosivos de Asturias fue un desastre. Pidió al líder del PP, Mariano Rajoy, que, por una vez, en lugar de pedir explicaciones las dé por el «colosal fracaso» de su gestión y la de Ángel Acebes al frente del Ministerio del Interior.