Diario de León

El número 81.534 fue vendido íntegramente en Cistierna, Puente Almuhey y Crémenes

El segundo premio del Niño deja en la zona de Cistierna 32 millones de euros

Los décimos fueron repartidos entre los vecinos de los pueblos y una serie más llegó a Prioro Puente Almuhey

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José María Campos - corresponsal | cistierna
León

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La montaña oriental leonesa se vio agraciada ayer con el segundo premio de la lotería del Niño, que fue vendido íntegramente por la administración número 2 de Cistierna, que regenta Mari Socorro Diez. El número 81.534 fue distribuido por el mesón Pablos de Cistierna, con 6 series, la librería Ana de Puente Almuhey, con 22 series y en el restaurante Huelde de Crémenes, con 10 series. La propia administración vendió en ventanilla 3 series. Al final el Niño dejó en la comarca de Cistierna 32 millones de euros que estuvieron muy repartidos. El propietario del mesón Pablos de Cistierna, Máximo Pablos, manifestaba que los decimos habían sido vendidos en su mayoría a la gente cliente. «Cuando supimos la noticia fue tal la emoción que casi no nos lo creíamos. A medida que fue llegando la gente y las llamadas de teléfono empezamos a ser consciente de ello. Es una buena noticia para esta comarca que ha sufrido mucho con el cierre de la minería y la crisis actual de Enervisa». Máximo repartió en Cistierna unos siete millones de euros. Más suerte La suerte también llegó de la mano de la familia de Luis Enrique y Fernando Fernández ya que repartieron unos 8 millones de euros en su restaurante Huelde de Crémenes. Tuvieron que dejar las celebraciones para la tarde-noche dado que el día de Reyes las reservas del comedor estaban completas. «Pero con este tipo de noticias siempre se trabaja un poco mejor y sobre todo sabiendo que le ha tocado a gente de la comarca», decía Luis Enrique Fernández. Ana Rojo Provedo, propietaria de la libreria Ana de Puente Almuhey, que repartió algo más de 17 millones de euros, no paraba de servir cava a todos cuantos se acercaban a su establecimiento, unos con la cara de curiosidad y otros, que no lo podían disimularla, con la cara de la felicidad de la suerte. «Ya era hora que a esta comarca le llegase una buena noticia y más aún sabiendo que el premio está muy repartido entre la gente trabajadora y que realmente lo necesita».

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