Zapatero abre la puerta a una posible negociación con Batasuna

?osé Luis Rodríguez Zapatero aceptó el envite que lanzó Batasuna para acabar con la violencia y abrir un proceso de diálogo que conduzca a un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas en el País Vasco. El presidente del Gobierno dijo estar dispuesto a «escuchar» los planteamientos de la formación ilegalizada y «hacer esfuerzos» para alcanzar la paz, pero puso sus condiciones: «que cese de una vez por todas el ruido de las bombas y las pistolas», y que Arnaldo Otegi y lo suyos tengan «la valentía de condenar y rechazar la violencia». El jefe del Ejecutivo acudió a San Sebastián a exponer su visión del plan Ibarretxe tras las reuniones mantenidas con el lehendakari y el líder de la oposición, pero se cruzó en su camino la carta que le dirigió Batasuna la víspera y no rehuyó la respuesta. Aprovechó la inauguración de la convención municipal del PSOE en el Kursaal donostiarra para señalar que había «oído a Otegi ayer y quiero decir que yo el primero y todos los españoles queremos escucharles; pero (antes) es necesario que cese de una vez por todas el ruido de las bombas y las pistolas; que tengan la valentía de condenar y rechazar la violencia». Y prosiguió: «os puedo asegurar a todos que apuesto fuertemente por ver el fin de la violencia en Euskadi». Recordó que por su «trayectoria pública» nadie se podrá extrañar, si se cumplen los dos requisitos planteados, de que será «capaz de hacer los esfuerzos por la paz que quieren los vascos y todos los españoles, y que tenemos que ganar con el esfuerzo de la razón como vamos a demostrar en los próximos tiempos». Rodríguez Zapatero evitó hablar de fechas y plazos, pero se mostró convencido de que se abre «un nuevo tiempo» en Euskadi. Una respuesta que a la vista de la cerrada ovación del auditorio mereció el beneplácito de la militancia socialista. El presidente del Gobierno demostró así que no va a echar en saco roto la propuesta de Batasuna, que en su documento consideró que no cabe «un frente nacionalista que imponga una solución unilateral del conflicto», en clara alusión a la propuesta de nuevo estatuto para el País Vasco que aprobó el Parlamento de Vitoria con sus votos, y en el que tampoco tiene cabida «un escenario independentista». La solución, según la formación proscrita, pasa por «un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas» que cuente con «el respeto de las distintas sensibilidades existentes en el pueblo vasco». Este proceso, prosiguió la misiva, debe ir acompañado de «conversaciones entre su Gobierno y ETA», así como «la puesta en libertad» de los presos terroristas. El presidente del Gobierno manifestó que la devolución del proyecto de estatuto no será «el punto final de nada» sino que debe servir como «lección» para que «construyamos un plan que no lleve el nombre de ninguno de nosotros» y «en el que todos podamos sentirnos reconocidos». «Tengo profundas discrepancias con el PP, pero lo que representa la derecha en este país es imprescindible para avanzar en las reformas y la convivencia» J.L. RODRÍGUEZ ZAPATERO Presidente del Gobierno