El ministro Alonso constata «cierta resistencia» a investigar el caso
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, reconoció ayer que en la muerte de Juan Martínez Galdeano el pasado 24 de julio en el cuartel almeriense de Roquetas de Mar «ha habido una cierta resistencia a la investigación y además «indicios de que se han podido producir tratos inhumanos, abuso de funciones y autoridad». Los guardias civiles imputados aseguran que el detenido tenía una «fuerza descomunal» y que durante su arresto rompió los dedos a una agente y dio bocados al resto por lo que tuvieron que reducirle con fuerza. Amnistía Internacional ya ha pedido explicaciones al ministro de Interior sobre las armas que se utilizaron en el arresto. José Antonio Alonso, que comparecerá el próximo jueves en el Congreso de los Diputados, aseguró en declaraciones a Televisión Española que existe un dato decisivo, «que es que hay una persona muerta en dependencias de un cuartel de la Guardia Civil». El ministro admitió también que se utilizaron «armas o al menos un arma prohibida». En su opinión, todos ellos son los motivos por los que se abrió expediente a los guardias implicados y se tomaron las medidas cautelares de cese en el ejercicio de las funciones. El ministro considera que son medidas absolutamente ponderadas, justas y proporcionales al estado actual de la investigación. En este contexto el titular de Interior aseguró que se exigirán «todas las responsabilidades que haya que exigir con toda la contundencia y dejando claro que la Guardia Civil como institución no debe ver empañado un prestigio histórico que se ha ganado bien, por hechos que son absolutamente excepcionales». Desconcierto del PP La secretaria ejecutiva de Política Social del Partido Popular, Ana Pastor, señaló ayer que el ministro del Interior, José Antonio Alonso ha sembrado «más dudas e incertidumbres» con sus declaraciones sobre la muerte de un agricultor en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar, además de jugar un «mal papel en esta crisis» mientras «sigue de vacaciones». A su juicio, Alonso «debe de salir ya, dejar sus vacaciones, no hacer sus declaraciones en una televisión, sino darlas en el Parlamento de la Nación, porque lo está haciendo en un medio de comunicación sin aclarar absolutamente nada» y después de haber estado «callado» durante diez días. Tras considerar que tanto el Ejecutivo como Alonso están jugando un «mal papel» en estos sucesos, Pastor dijo que «si la situación está como está y ha llegado hasta aquí, es precisamente porque el Gobierno en 10 días no ha explicado nada».