La Junta destaca que priorizará la seguridad para vecinos y trabajadores

El comité de crisis hizo recuento después de mediodía de los efectos del incendio que ha afectado a las zonas montañosas del Bierzo y La Cabrera y que lleva cuatro jornadas activo. A esa hora, y con 2.200 hectáreas calcinadas, los máximos responsables del área de Medio Ambiente expresaron su preocupación por la dificultad de controlar los frentes de fuego debido a la orografía de la zona. «En otras condiciones se perimetra, en una primera fase de control, pero en este caso no se puede realizar por las propias condiciones orográficas del terreno», explicó Carlos Fernández Carriedo, consejero de Medio Ambiente, que compareció en rueda de prensa en la capital leonesa acompañado de los integrantes del Centro de Coordinación Operativo (Cecopi -nivel 2-) contra el incendio. Le acompañaban el subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez, el director de la agencia de protección civil, Luis Aznar, el director del Medio Natural de la Junta, Mariano Torre, el delegado en funciones del gobierno autonómico en la provincia leonesa, Javier Lasarte, así como representantes del ejército, Guardia Civil, Fomento o Sanidad Pública, integrados en el Cecopi. Mariano Torre, director del Medio Natural, definió la estrategia adoptada para atacar los frentes de fuego, motivada por los desniveles del terreno por el que avanza el fuego entre Voces y Paradela de Muces o Ferradillos, Santalavilla y Pombriego. «La estrategia es ir dando contrafuego porque no se le puede plantar cara de otra forma; hay desniveles de hasta un 60% y desde hasta el 100%; sacrificaremos una parte importante en aras de la seguridad de los miembros de las brigadas que atacan a pie los frentes», aclaró Torre quien recordó los temores de los técnicos ante el calor y las temperaturas de las horas vespertinas y destacó que la tarea se hace de forma manual. Antes, Fernández Carriedo, destacó que el trabajo que se había llevado a cabo por parte de todos los medios desplazados a la zona, los pertenecientes a la administración autonómica y al Estado, había estado dirigido a garantizar la seguridad: «Hemos dado prioridad a la seguridad de los vecinos, en primer lugar, para evitar que el fuego entrara en las poblaciones; en segundo lugar, seguridad también a los trabajadores que se fajan frente al incendio». Con el consejero de Medio Ambiente coincidió Francisco Álvarez, subdelegado del Gobierno, al afirmar el grado de «colaboración» entre las dos administraciones».