Diario de León

«Traer la basura de atrás ocuparía la sexta parte del nuevo CTR, y no está para eso»

Balas de basura almacenadas desde hace hace más de cinco años en Trobajo del Cerecedo

Balas de basura almacenadas desde hace hace más de cinco años en Trobajo del Cerecedo

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A. Núñez - león
León

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El nuevo CTR de San Román de la Vega fue inaugurado hace un año con un coste de 50 millones de euros (unos 8.000 millones de las desaparecidas pesetas) y capacidad para albergar 1,8 millones de tonelas de residuos. Su vida está calculada para dos décadas con la condición de que dos tercios de la basura provincial se recicle: en el vaso sólo debe enterrarse el 30% restante que no pueda reutilizarse como papel, envases o abono (compostaje). Según el gerente de las instalaciones, secundino Prieto, si se enterraran allli sin más las balas de basura almacenadas en Trobajo, Ferral y Santa María del Páramo durante los últimos cinco años «se ocuparía de golpe una sexta parte del vaso del CTR y se acortaría su vida otro tanto, desperdiciando espacio y maquinaria muy costosa: esa es la razón por la que se están buscando alternativas». En lo que va de año el centro de San Román de la Vega ha recibido 85.000 toneladas de residuos, de los que se han recuperado para su reciclado unas 2.700 toneladas en materiales inertes y, tras el tratamiento del resto, se han fabricado más de 56.000 tonaladas de abono orgánico. Al final apenas una cuarta parte de la basura que recibe el CTR acaba enterrada en su vaso, mientas que el resto se reutiliza para fines industriales o agrícolas, porque incluso el gas metano que se desprende de los tanques de tratamiento sirve para autoabastecer de energía al recinto. Todo vendido En su primer año de funcionamiento el nuevo vertedero leonés no tiene problemas para dar salida a sus propios subproductos. Envases o metales son recogidos por empresas a su vez dedicadas al reciclaje y, en cuanto a los compostajes, que suponen el grueso de su producción, «hasta ahora no se da abasto para los agricultores que lo solicitan como abono». Inicialmente se pensaba que habría que enterrarlos, a su vez, en algún segundo vaso, aunque fueran materiales inocuos, pero a través de los sindicatos agrarios se ha conseguido darles salida a todos. «Todo ese abono sale sin problemas al mercado, si es que puede llamársele así a que vengan los sindicatos y los agricultores y se lo lleven gratis sin más condición que la de que pongan ellos el transporte. Es más hemos tenido más demanda de la que podíamos atender, de manera que muchos agricultores se han quedado en lista de espera y no sólo de aquí, porque también han llegado peticiones de fuera de la provincia, por ejemplo de Zamora». Precisamente estas posibilidades de aprovechamiento del CTR hacen desaconsejable su uso como simple vertedero para enterrar las 330.000 tonaladas de basura almacenadas desde el 2000 y que podrían tener un destino menos costoso. Tal vez una simple fosa en algún lugar remoto. Gratis

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