El Gobierno y la Junta discrepan sobre los efectos de la reforma del azúcar

El Ministerio de Agricultura y la Junta de Castilla y León discrepan sobre la repercusión de la reforma del azúcar, porque según el Gobierno beneficia a esa comunidad, mientras que la administración autonómica augura unas pérdidas millonarias. Castilla y León «es la gran beneficiada» de la reforma, ya que el abandono del cultivo se producirá en zonas de Andalucía y de Castilla-La Mancha, según aseguró el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, en rueda de prensa en la capital castellana. Puxeu subrayó que la reforma «ha quedado muy bien» en comparación con la propuesta inicial de la Comisión Europea y que la zona más «competitiva» en España será Castilla y León. Respecto a las fábricas, afirmó que «no podrá hacerse una reconversión a lo salvaje, cerrando» azucareras sin acuerdos previos con los remolacheros y con la comunidad afectada. Puxeu considera que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, desconocía el contenido del acuerdo cuando anoche lo criticó en un mitin en Zamora. Josep Puxeu aconsejó mantener toda la producción, de un millón de toneladas de azúcar en España, al menos en la próxima campaña 2006-2007, en la que el precio de la remolacha será de 42,65 euros por tonelada, «francamente satisfactorio para los agricultores». Ese precio se reducirá progresivamente, en cerca de un euro cada campaña, hasta quedar fijo en la de 2008-2009, en unos 40,65 euros. Entonces a muchos productores les podría interesar el abandono, porque las compensaciones serán más altas cuando se haya dejado la mitad de la producción nacional. Invertir en desarrollo Por su parte, Valín consideró que el trabajo realizado por la delegación española en la negociación final de la reforma del mercado del azúcar «ha sido el que tenía que ser», pero «el problema» ha estado en la «falta de apuesta política» durante los seis meses anteriores por parte de Moraleda. En su opinión, el acuerdo es «desastroso» para Castilla y León, cuyos agricultores dejarán de ingresar, como mínimo, 40 millones de euros anuales a partir de 2009. El consejero detalló también que su estimación es que la pérdida imputada a una posible reducción del cincuenta por ciento de la cuota de producción de remolacha ascendería a 173 millones de euros al año. Valín se reunió con representantes sindicales, de las organizaciones agrarias y de una azucarera castellana, a quienes trasladó los detalles de una carta remitida a la ministra del ramo, Elena Espinosa, en la que le propone «asumir el futuro con realismo» y le pide inversión en desarrollo rural. Josep Puxeu y José Valín explicaron ayer a reprentantes de distintos colectivos a los que incumbe la reforma azucarera los términcos de una acuerdo que, según la opinión que se tome, parece distinto. Mientras que el secretario de Estado de Agricultura destacó las bondades del documento, que a juicio de Puxeu está articulado para salvar el cultivo en Castilla y León, cuanto más al norte, mejor, el consejero de Agricultura no dudó en advertir de las nefastas consecuencias que acarreará parta el campo. La Junta calcula que se perderán en las explotaciones ingresos superiores a los 40 millones de euros.