Rajoy llama «bobo solemne» a Zapatero

El líder de la oposición, Mariano Rajoy, dio la réplica ayer al mitin del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del pasado domingo, cuando llamó a los populares «patriotas de hojalata». El presidente del PP bajó al terreno del insulto y llamó al dirigente socialista «bobo solemne» peligroso para España. La intervención de Rajoy tuvo lugar en la última reunión que celebró este año el comité ejecutivo del PP, destinada a hacer un balance político de la gestión del Gobierno y de la oposición durante el 2005. El análisis del líder de la oposición sobre el trabajo del ejecutivo socialista fue la ocasión para que respondiera a las invectivas de Rodríguez Zapatero. Anunció que el PP pedirá la comparecencia del presidente en el Congreso para que informe de las investigaciones del Gobierno sobre el 11-M y le preguntará el próximo miércoles, en la sesión de control, por el reciente pacto del PSE con el PNV y su incidencia en la lucha antiterrorista. «No sé si esto es ser o no un patriota de hojalata» -dijo a sus compañeros de partido en un discurso abierto a los medios de comunicación- «de lo que estoy seguro es de que para España es mucho más peligroso un bobo solemne que un patriota de hojalata». Rajoy enmarcó este comentario en otros de más calado político referidos a la política anti ETA del Gobierno y el reciente compromiso de los socialistas vascos con el PNV para la aprobación de los presupuestos autonómicos. Rajoy defendió el derecho de su partido a enmendar la plana al ejecutivo por su comportamiento en el terreno de la lucha antiterrorista e insistió en que el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo no implica que la oposición muestre una «adhesión incondicional a la política del Gobierno».

Lo que a él no le gusta

Rajoy -al que días antes había molestado sobremanera las informaciones sobre las mentiras que vertió el Gobierno de Aznar sobre el «Prestige» cuando él era vicepresidente y la filtración de informe de la inteligencia española contrario a la guerra en Irak- volvió la vista al pasado para comparar la situación actual con la que se vivió en España en la anterior etapa de gobierno socialista. Aludió a la guerra sucia de los años 80 contra ETA, con intención de demostrar que el PP acierta en su rechazo frontal al Gobierno de Rodríguez Zapatero como acertó cuando se opuso y denunció los atajos en la política antiterrorista. El líder de la oposición enumeró las «deslealtades» del PSOE con el pacto antiterrorista y el consenso constitucional. Dijo que el ejecutivo presenta este año «un balance muy pobre», carece de objetivo nacional y «ni siquiera tiene clara una idea de España». En resumen, durante su larga intervención, Rajoy no encontró ni una sola cosa buena que haya hecho o puesto en marcha el Gobierno de Zapatero durante estos escasos dos años de legislatura. Por contra, Rajoy elogió la política del PP, su propio partido, al que presenta como la «única referencia» de la soberanía, igualdad y solidaridad de los españoles, que actuó durante el año que concluye con «responsabilidad» y «desde la moderación más absoluta». Ello le llevó a considerar que los populares han sido «muy generosos» con el Gobierno, por lo que prometió «arreglarlo el año que viene».